Las costas de Córcega afrontan un gran derrame de hidrocarburos, que podría amenazar la reserva natural de Scandola, en el oeste de esta isla francesa del Meditérraneo, informaron hoy los medios franceses.

La contaminación ocupa una superficie de más de cuarenta kilómetros de largo por un kilómetro de ancho, agregaron.

En declaraciones al canal BFM, el portavoz de la Prefectura marina de Tolón, Yann Bizien, minimizó la situación y aseguró que se trata tan solo de una "fina" capa de hidrocarburos de origen todavía desconocido, que está "en fase de disolución en la columna de agua".

Bizien confirmó que la superficie visible de la marea es considerable pero aseguró que la capa de polución "no se dirige hacia la fachada del litoral corso".

Según explicó a la emisora France-Info el director de la reserva de Scandola, Jean-Marie Dominici, la amenaza se ve agravada por el viento de noreste reinante, que empuja la napa de hidrocarburos hacia las costas y solo se puede "rezar" para que cambie de orientación.

La presencia de esta capa contaminante fue descubierta este mediodía por un helicóptero de la aduana francesa.

Pese a las grandes dimensiones de la superficie que ocupa y el fuerte olor a hidrocarburos que desprende, la nube marina es difícil de ver sobre el mar, dijo Dominici.

Es "un vertido más" de los 300 al año que se registran en el Mediterráneo, pero este es "muy importante", también debido a la orientación del viento, añadió el responsable de esa reserva inscrita en el Patrimonio Mundial de la Unesco.

Agregó que, a diferencia de otros mares como el de Bretaña, la cara oeste de Córcega ofrece una costa rocosa y de difícil acceso, ante la que es más difícil también instalar un sistema de barreras verdaderamente eficaz, que la napa de hidrocarburos no pueda atravesar.

Dos navíos de la marina nacional se dirigen al lugar de los hechos para evaluar la situación y poner en marcha las primeras medidas urgentes de protección del litoral, de su fauna y de su flora, indicó el canal BFM.