Los seguidores del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi continúan sus acampadas y han convocado protestas para este viernes, pese a que ayer el Gobierno decidió empezar a adoptar "las medidas necesarias" para poner fin a esas concentraciones.

La Coalición Nacional de Defensa de la Legitimidad, que agrupa a varias organizaciones islamistas como los Hermanos Musulmanes, ha organizado para mañana la jornada de manifestaciones, bajo el lema "Egipto contra el golpe".

Los partidarios de Mursi están acampados en las plazas cairotas de Rabea al Adauiya, en el distrito de Ciudad Naser, y de Al Nahda, en Doki, desde el golpe de estado militar que el pasado 3 de julio depuso al entonces presidente.

Ayer, la ministra de Información, Dorreya Sharafedín, afirmó que "la peligrosa situación" derivada de esas concentraciones ha llegado a ser "algo inaceptable".

Por ello, el Ejecutivo ha pedido al Ministerio del Interior que adopte las medidas necesarias para "cumplir con la Constitución y la ley", explicó Sharafedín.

El pasado 27 de julio, el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, afirmó que se preparaban para desmantelar "muy pronto" las acampadas después de choques entre la Policía y manifestantes islamistas en las inmediaciones de Rabea al Adauiya, que dejaron ochenta muertos.

Mientras, en la localidad de Tal al Kabir, en Ismailiya (este), anoche se registraron enfrentamientos entre simpatizantes de Mursi y "baltaguiya" (matones) en los que se emplearon cócteles molotov y piedras, informaron hoy los Hermanos Musulmanes en su página web.

Durante esos sucesos, el líder de la Hermandad en esa población, Balij Hamdi, fue arrestado en su domicilio.