Una misión de expertos de la ONU investigará tres posibles casos de uso de armas químicas en Siria, dos de ellos en emplazamientos que no se han revelado por motivos de seguridad, informó hoy el portavoz del organismo internacional, Martin Nesirky.

"Además del incidente de Jan al Asal (denunciado por el Gobierno sirio), la misión investigará otros dos casos, pero el emplazamiento se mantendrá en secreto por motivos de seguridad", dijo a los periodistas Nesirky.

El régimen de Bachar al Asad acusa a los rebeles de haber lanzado el pasado 19 de marzo proyectiles con sustancias químicas en Jan al Asal, en la provincia de Alepo, donde según las autoridades murieron 26 personas, 16 de ellas soldados.

Por su parte, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), considerada el principal grupo opositor sirio, acusó al régimen de ese ataque en Jan al Asal y de otro similar en Ataiba, en la periferia de Damasco.

Mientras tanto, el Reino Unido, Francia y Estados Unidos son algunos de los países que acusan de otros supuestos ataques con armas químicas en Siria a las fuerzas del Gobierno de Damasco.

El portavoz de la ONU confirmó hoy que la misión de expertos independiente encabezada por el profesor sueco Ake Sellström está ya en La Haya y pretende viajar a Damasco "en unos días", tras finalizar los últimos preparativos logísticos y legales.

El equipo de investigadores incluirá también a diez expertos de la Organización para la Destrucción de Armas Químicas (OPAQ) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Tanto el régimen como los rebeldes se acusan mutuamente de haber empleado armas químicas y en marzo Ban anunció que la ONU investigaría ese posible uso, pero sin que hasta ahora hayan podido viajar a Siria por desacuerdos con Damasco.

La ONU y el Gobierno siria anunciaron el pasado fin de semana un acuerdo sobre "los medios para seguir adelante" con la misión que debe investigar el presunto uso de armas químicas en el conflicto en ese país.

Desde que se inició la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, han muerto más de 100.000 personas y casi siete millones necesitan ayuda humanitaria de emergencia, según las últimas cifras de Naciones Unidas.