El representante especial interino de la ONU en Irak, Gyorgy Busztin, expresó hoy su preocupación por el aumento de la violencia en el país árabe y alertó del peligro de que éste vuelva a caer en el conflicto sectario.

Busztin hizo estas declaraciones después de que una cadena de atentados con coche bomba causara al menos 47 muertos y 200 heridos en Irak, la mitad de ellos en barrios de mayoría chií de Bagdad.

En un comunicado, el representante de la ONU lamentó que la violencia durante el mes sagrado musulmán de Ramadán está alcanzando "niveles récord".

Busztin instó a los dirigentes iraquíes a tomar medidas inmediatas y decisivas para detener el derramamiento de sangre en el país.

Irak vive un repunte de la violencia en los últimos meses, que se ha intensificado desde el comienzo del Ramadán el pasado 10 de julio, principalmente con atentados contra las fuerzas de seguridad y la comunidad chií.

Los últimos cuatro meses fueron los más mortíferos en cinco años en Irak, con un saldo de unos 3.000 muertos y 7.000 heridos, según datos de la ONU.