Los equipos de rescate y algunos testigos definieron como "un infierno" el lugar del accidente de este domingo en Italia de un autocar que volvía de una excursión y se precipitó unos 30 metros desde un viaducto de la carretera A16, en la provincia de Avellino, después de chocar con varios coches.

Los bomberos y el personal sanitario que acudió a la zona no podía creer en lo que veían, según explican hoy los medios de comunicación italianos.

Por una parte estaba la situación en la autopista, donde al menos una decena de coches estaban implicados en una colisión múltiple, algunos de ellos totalmente destrozados e incluso se produjo un incendio.

No había víctimas entre los ocupantes de los vehículos, aunque algunos sufrieron algunas fracturas, pero todos miraban hacia abajo, donde entre dos árboles quedaban los restos de un autocar que, tras chocar contra varios coches y golpear un guardarraíl, se salió de la carretera y cayó desde una altura de 30 metros.

Los equipos de rescate se trasladaron a la carretera adyacente y descubrieron la dificultad que tendrían para acceder al autocar, donde, aseguran, oían los gritos y llantos de los supervivientes, entre ellos algunos niños.

El jefe del equipo de los bomberos que acudió a la zona, Pellegrino Iandolo, explicó las dificultades del rescate de los supervivientes y de los cuerpos ya que el autocar cayó en una zona de matorrales, pero sobre todo era necesaria la rapidez ya que sobre el vehículo colgaba un gran trozo de cemento que se había desprendido del viaducto.

Después de varias horas de trabajo, 36 cuerpos quedaban tendidos, ocultados bajo sábanas sobre el asfalto de la carretera y 10 heridos eran trasladados de urgencia a varios hospitales de la zona. Otros dos de los pasajeros murieron en el hospital.

Hoy, aproximadamente a las 10.00 horas (8.00 GMT), se podía retirar lo que quedaba del autocar, completamente destrozado, y que ahora está a disposición de los peritos para esclarecer las causas del accidente.

Las primeras hipótesis hablan de un fallo en el sistema de frenos del autocar o, incluso, del reventón de uno de los neumáticos, pero todas éstas tendrán que ser verificadas por los supervivientes o los peritos, ya que el conductor del autobús murió en el accidente.

Antonio, uno de los pasajeros de uno de los vehículos implicados en el choque, explicó a los medios italianos que el conductor del autobús intento evitar el impacto con el resto de los coches.