El grupo Estado Islámico de Irak, vinculado a Al Qaeda, ha reivindicado la autoría de los ataques contra dos cárceles cerca de Bagdad, en un comunicado publicado hoy en páginas web islamistas.

La organización ha asegurado que más de 500 reclusos de las prisiones de Abu Graib y Al Tayi, al oeste y norte de la capital, se fugaron durante los ataques, ocurridos la madrugada del lunes, y que unas 120 personas murieron.

Según el Ministerio de Justicia iraquí, al menos 38 personas perdieron la vida y 39 resultaron heridas en los asaltos coordinados a los dos presidios.

En la nota, el grupo terrorista explicó la forma en la que se llevaron a cabo los ataques:

Primero, doce coches bomba explotaron en los accesos de las prisiones, mientras los terroristas cortaban las carreteras que las comunican con la capital para evitar la llegada de refuerzos de seguridad.

Casi al mismo tiempo, miembros de Al Qaeda lanzaron misiles "Grad" y proyectiles de mortero contra cuarteles militares próximos a los centros penitenciarios.

Acto seguido, los integrantes del grupo terrorista irrumpieron en las cárceles, donde se enfrentaron durante varias horas a sus guardias hasta que consiguieron tomar el control de las torres de ambos presidios.

El Estado Islámico de Irak destacó que lanzó estos ataques en respuesta a un llamamiento de hace un año de su líder, Abu Bakr al Bagdadi, para llevar a cabo "ataques cualitativos" en cárceles destinados a liberar a presos, en lo que denominó "plan de destrucción de muros".

Las prisiones de Abu Graib y de Al Tayi son de las mayores de Irak y en ellas están internos centenares de reclusos por delitos de terrorismo, muchos de ellos militantes de Al Qaeda, además de delincuentes comunes.