El Gobierno de Bolivia prevé convocar la semana que viene al embajador español, Ángel Vázquez, y a los de Italia, Luigi de Chiara, y Francia, Michel Pinard, además del cónsul de Portugal, para que den explicaciones sobre el incidente.

Así lo dijo la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, que aseguró además que Morales "está indignado" por el trato recibido del embajador español en Viena, Alberto Carnero.

"Al principio había una confusión, pero el presidente (Morales) expresó su reclamo personal señalando que España lo trató mal a través del embajador en Viena", señaló la ministra. Dávila dijo que Carnero quiso subir personalmente a la aeronave para comprobar que no viajara en ella el exanalista de la CIA Edward Snowden.

Asimismo, la Cancillería se volcó los últimos días en la preparación de una reunión de emergencia de varios presidentes sudamericanos, que tuvo lugar el jueves en la ciudad de Cochabamba.

Al encuentro asistieron, además de Morales, los presidentes de Argentina, Ecuador, Surinam, Uruguay y Venezuela, que respaldaron a su colega y firmaron una declaración en la que exigen que los cuatro países europeos pidan disculpas públicas por el incidente, que consideran una afrenta a toda América Latina.

Ayer, en Madrid, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, consideró que España "no tiene que pedir ninguna disculpa a Bolivia" e insistió en que su país nunca negó ni bloqueó la escala del avión presidencial en Gran Canaria -que finalmente se produjo por la tarde- ni cerró su espacio aéreo.