El Gobierno francés ha puesto en marcha un programa para reforzar la seguridad de su personal diplomático en el exterior, en particular en África y Oriente Medio, un mes después del atentado de que fue objeto su embajada en Trípoli.

El diario "Le Parisien" reveló hoy un correo electrónico del ministro de Exteriores en el que Laurent Fabius se dirige a los funcionarios de su departamento para comunicarles las grandes líneas de ese dispositivo, que tendrá una dotación presupuestaria de 20 millones de euros.

Ese dinero, que se obtendrá esencialmente de la venta de residencias diplomáticas, servirá entre otras cosas para la compra de material de protección, incrementar los fondos para pagar agentes de guardia, adquirir vehículos adaptados y, en general, disponer de más personal de seguridad.

El Ministerio se plantea no limitarse únicamente a las representaciones diplomáticas, sino cubrir también institutos culturales y centros escolares franceses en el extranjero.

Una reflexión que, según "Le Parisien", podría conducir a reunir en un mismo edificio diferentes servicios para facilitar su protección.

Con el inicio de la intervención militar francesa en Mali el pasado 11 de enero, se reforzó la seguridad de las representaciones francesas en la región del Sahel, así como la de otras que se consideran particularmente expuestas a amenazas terroristas, como en Afganistán o Egipto.

El atentado con coche bomba perpetrado el 23 de abril contra la misión diplomática francesa en Trípoli causó heridas a dos vigilantes de nacionalidad francesa y a varios civiles libios.