Las autoridades del estado de Oklahoma dijeron ayer que habían podido confirmar la muerte de 24 personas a causa del tornado que asoló el lunes el sur de Oklahoma City. Además, y por primera vez, se ofreció un cifra preliminar de heridos, que asciende, al menos, a 237, de acuerdo al Departamento de Salud de Oklahoma.

La portavoz de la oficina forense estatal, Amy Elliot, revisó así a la baja las últimas informaciones oficiales, que indicaban que había 51 fallecidos y cientos de heridos a causa del tornado con vientos de más de 300 kilómetros y categoría EF4 que arrasó varios barrios del sur de la ciudad.

La portavoz explicó que debido a los problemas de comunicaciones en el lugar algunos fallecidos se habían contado dos veces.

Durante la madrugada, y en plena incertidumbre por las labores de rescate, la oficina de Elliot confirmó que 51 personas habían muerto, incluidos 20 niños, pero advirtió de que su agencia esperaba al menos otros 40 muertos como consecuencia del tornado, lo que provocó que varios medios hablasen de 91 muertos.

No obstante, la portavoz forense indicó que a medida que continúe el trabajo de los bomberos y equipos de emergencia es probable que el número de fallecidos vuelva a ascender.

Al menos nueve de los fallecidos eran niños, y siete de ellos alumnos de la escuela elemental Plaza Towers, en Moore, el pequeño suburbio a las afueras de Oklahama City que fue el más afectado y cuyo colegio quedó reducido a escombros.

"Nuestros corazones están destrozados. Esto es lo más grande que he visto nunca. Es espeluznante", dijo la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin en una entrevista en la NBC durante la mañana de ayer.

Desde la tarde del lunes, cuando se produjo el tornado, más de un centenar de personas han sido rescatadas con vida, indicaron las autoridades. El tornado, que tenía más de tres kilómetros de diámetro, destrozó en unos 40 minutos un área de 32 kilómetros entre las poblaciones de Newcastle y Moore.

El Centro de Predicción de Tormentas del Servicio Meteorológico Nacional informó de que la alerta de tornado se emitió 16 minutos antes de que tocase tierra.

"Estaremos con la gente lo que haga falta"

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo ayer que el suburbio de Moore (Oklahoma), arrasado por el tornado, debe recibir toda la ayuda necesaria "de inmediato" y que se le proporcionará "el tiempo que haga falta". "La gente de Moore debe saber que su país permanecerá con ellos el tiempo que haga falta", dijo Obama en una declaración desde la Casa Blanca. El mandatario se reunió ayer con la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y su asesora de seguridad Lisa Monaco "para subrayar que Oklahoma debe recibir toda la ayuda que necesita de inmediato". Obama dijo que había sido "uno de los tornados más destructivos de la historia", pese a que "aún no sabemos hasta dónde llegan los daños y las pérdidas humanas y económicas que puede haber provocado", añadió. Recordó que "en un instante, destruyó edificios e hizo que docenas de personas perdieran la vida", entre ellos 7 niños que "trataban de refugiarse en el lugar más seguro que conocían: su escuela". "Todos los afectados enfrentan un largo camino por delante, en muchos casos con una pena enorme, pero no están solos. Su país viajará con ustedes, agarrados a nuestra fe", aseguró. Obama conversó el lunes con la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, y ayer hizo lo mismo con el alcalde de Moore, Glenn Lewis, "para dejar claro que Oklahoma tendrá todos los recursos que necesitan a su disposición".

las claves

El tornado tenía más de tres kilómetros de diámetro y destrozó en unos 40 minutos un área de 32 kilómetros entre las poblaciones de Newcastle y Moore. Problemas en las comunicaciones generaron confusión al contabilizar el número de víctimas mortales, según las autoridades.