El Ejército de Nigeria anunció hoy un despliegue masivo de tropas para combatir el terrorismo islámico en tres estados del noreste del país.

El anuncio se hizo un día después de que el presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, declarara el estado de emergencia en los estados de Borno, Yobe y Adamawa, tras una oleada de mortíferos ataques, la mayoría atribuidos a la milicia radical islámica Boko Haram.

"En cumplimiento de la directiva del comandante en jefe (Jonathan), las Fuerzas Armadas de Nigeria, la Policía de Nigeria y otras agencias de seguridad han empezado operaciones para liberar el territorio nacional de bases y actividades terroristas", afirma el Ejército en un comunicado divulgado en Abuya.

"La operación militar se centrará en perseguir a elementos criminales próximos a comunidades propensas al terrorismo", subraya la nota, firmada por el portavoz militar, brigadier general Chris Olukolade, sin precisar el número de efectivos desplegados.

Olukolade se limita a señalar que las operaciones implicarán el "despliegue masivo" de soldados y recursos dirigidos especialmente contra "quienes han violado la soberanía de Nigeria mediante el entrenamiento terrorista para la insurgencia".

"Se espera -agrega el portavoz- que la operación ponga fin a las actividades insurgentes en esas partes del país".

Fuentes militares se limitaron a comentar que "cientos se soldados" forman parte del operativo activado por el Ejército.

El diario nigeriano "Daily Trust", que citó fuentes de las fuerzas de seguridad, informó de que la movilización de soldados empezó el pasado fin de semana, antes de la declaración del presidente nigeriano, y que ascenderá a al menos 8.000 uniformados.

En un discurso dirigido a la nación, Jonathan declaró el estado de emergencia en Borno, Yobe y Adamawa y adelantó el envío de más tropas a esas zonas para luchar contra los radicales islámicos.

Para el presidente nigeriano, la rebelión y la insurgencia en el norte del país, de mayoría musulmana, supone una seria amenaza para la integridad de Nigeria.

Según el jefe de Estado, "estos terroristas e insurgentes parecen decididos a tomar el control y la autoridad de zonas de nuestra bienamada nación y progresivamente arrinconar al resto del país".

"Han atacado edificios gubernamentales, han asesinado ciudadanos inocentes y funcionarios estatales, han incendiado casa y hecho rehenes a mujeres y niños", continuó Jonathan.

"Estas acciones equivalen a una declaración de guerra y un intento deliberado de minar la autoridad del Estado nigeriano y amenazar su integridad territorial (...). No lo toleraremos", advirtió el mandatario.

El Gobierno intentó recientemente entrar en conversaciones con los integristas para conceder una amnistía a aquellos que quieran dejar la violencia, oferta que fue rechazada.

Maiduguri, capital de uno de los estados afectados, Borno, es considerada el bastión de Boko Haram.

El grupo, cuyo nombre significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha presuntamente por imponer la ley islámica en el país africano, de mayoría musulmana en el norte y preponderancia cristiana en el sur.

Desde 2009, cuando la Policía acabó con el líder de Boko Haram, Mohammed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado más de 3.000 muertos, según cifras del Ejército nigeriano.

Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, vive múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.