Más de un centenar de personas han muerto los últimos tres días debido a los combates en la ciudad de Al Shaddadé, situada al este de Siria. Entre los fallecidos se cuentan tres miembros del Frente Al Nusra, alrededor de cien soldados del Ejército sirio, y decenas de civiles.

En el Gobierno de Al Assad, el ministro de Reconciliación Nacional, Alí Haidar, atribuyó sus declaraciones sobre reunirse con el líder opositor Al Jatib a "un malentendido", y dio marcha atrás.

Un portavoz del Ejército Libre Sirio (ELS), Omar Abu Laila, informó de que varias unidades rebeldes, entre las que figuraban milicianos del Frente al Nusra (vinculado a Al Qaeda), se hicieron con el control de Al Shaddadé, tras ocupar los edificios de la seguridad y la Inteligencia militar del Estado.

Por su parte, el Observatorio informó de que el Frente al Nusra ha logrado "casi el pleno control de la ciudad después de tres días de violentos enfrentamientos" y aseguró que los rebeldes islamistas cometieron varios atentados suicidas con coche bomba durante los tres días de combates.

El Observatorio (con sede en Londres pero con una amplia red de informantes en Siria) registró la muerte de 30 combatientes del Frente al Nusra, incluidos cinco extranjeros de nacionalidades kuwaití e iraquí, y "no menos de cien soldados del Ejército y de las fuerzas de seguridad".

Asimismo, según la organización, "se ha informado de que decenas de trabajadores civiles de la compañía petrolera siria fueron asesinados después de que los combatientes del Frente al Nusra tomaran el control de buena parte de los yacimientos petroleros y de los barrios residenciales".