Las Fuerzas Armadas estadounidenses han comenzado este viernes el despliegue progresivo de un contingente de 400 militares y dos baterías de misiles de largo alcance Patriot en Turquía para reforzar las defensas aéreas turcas frente a ataques procedentes de Siria. Entretanto, en Damasco, la capital siria, hay al menos once muertos y 40 heridos por la explosión de un coche bomba en una gasolinera.

Los primeros militares del destacamento estadounidense que operará las dos baterías de misiles norteamericanas han llegado a la Base Aérea de Incirlik, situada en el sur de Turquía y próxima a la frontera con Siria, en el marco de la operación de la OTAN Anatolian Protector, destinada a reforzar las defensas aéreas turcas frente a ataques procedentes de la vecina Siria, según ha informado en un comunicado el Mando de las fuerzas estadounidenses en Europa (EUCOM).

El contingente, integrado por militares del tercer batallón de la segunda unidad de Artillería de Defensa Aérea del Ejército estadounidense, con base en Fort Sill (Oklahoma), continuará desplegándose en varias fases en los próximos días.

Este destacamento será el responsable de operar las dos baterías de misiles de largo alcance Patriot que Estados Unidos ha aportado a esta operación, junta a las otras cuatro que enviarán Alemania y Países Bajos. El despliegue de las seis baterías de misiles fue acordado en el marco de la OTAN como respuesta a los ataques contra territorio turco procedentes de Siria.

"Turquía es un importante aliado de la OTAN y agradecemos la oportunidad de responder a la solicitud del Gobierno turco de acuerdo con los planes de defensa de la OTAN", ha explicado el segundo jefe del Mando de las fuerzas estadounidenses en Europa, el vicealmirante de la Marina estadounidense Charles Martoglio.

Martoglio ha dicho que las baterías Patriot pasarán a estar bajo mando de la OTAN cuando se complete su instalación y los sistemas estarán preparados para operar en las próximas semanas. La OTAN ha dejado claro que este armamento tendrá sólo uso defensivo y no para apoyar la imposición de una zona de exclusión aérea o cualquier otra operación ofensiva.

"Es bueno que esté en Turquía. Creemos que esta medida de disuasión que podemos incorporar hace que la presencia de nuestros soldados alejados de sus familias y amigos tenga sentido. Proteger a nuestros aliados es uno de los cimientos de esta alianza", ha destacado el comandante del Ejército estadounidense Brian Carlin, destacado en Turquía para esta misión.

UN COCHE BOMBA DEJA ONCE MUERTOS Y CUARENTA HERIDOS

Por otra parte, nueva jornada de atentados en Damasco, donde al menos once personas han muerto y 40 han resultado heridas en la explosión de un coche bomba en una gasolinera, según han informado activistas de la oposición. La explosión se produjo cuando una multitud hacía cola para repostar en una gasolinera del barrio de Barzeh al Balad, una zona donde la mayoría suní se mezcla con otras minorías étnicas y religiosas.

"La gasolinera está siempre repleta de gente, incluso cuando no hay carburante. Hay mucha gente que pernocta allí esperando a los envíos de combustible de por la mañana temprano", ha declarado un activista bajo la condición de anonimato.

El Consejo Revolucionario en Damasco ha precisado que la explosión ha sido causada por "un coche trampa", sin que hayan, por el momento, indicios que esclarezcan la autoría del atentado. De hecho, la cadena semioficial, Al Ikbariya, ha mostrado imágenes de hasta diez cuerpos calcinados y de trabajadores de la ONG Media Luna Roja buscando víctimas en el lugar de la explosión.

Testigos presenciales han relatado que varias ambulancias han recogido los cadáveres calcinados y a las personas gravemente heridas, y camiones remolcadores han retirado los vehículos afectados.

Por otro lado, los Comités de Coordinación Local (CCL), un órgano que aglutina a varios movimientos opositores radicados en Siria, ha denunciado este viernes la muerte de al menos 170 personas en Siria, entre ellos 14 niños, en una nueva jornada de represión y de enfrentamientos entre las fuerzas rebeldes y el Ejército sirio, según han informado organizaciones activistas.

La violencia que vive Siria desde que en marzo de 2011 se iniciaron las revueltas contra el Gobierno de Bashar al Assad se ha saldado con más de 60.000 muertos, según un balance del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, basado en cinco meses de "exhaustivo" estudio, publicado hace dos días.

EL LÍBANO PIDE 136,5 MILLONES PARA AYUDAR A LOS REFUGIADOS

Entretanto, el Gobierno libanés ha pedido a la comunidad internacional 180 millones de dólares (unos 136,5 millones de euros) para ayudar a 170.000 sirios refugiados dentro de sus frontera. De hecho, aprobó la solicitud el jueves por la noche, tras una sesión de seis horas en la que se rechazó una propuesta presentada por el ministro de Energía Gebran Bassil para cerrar la frontera a los refugiados.

La propuesta del ministro simbolizaba la tensión interna de Líbano, país con un delicado balance sectario repartido entre seguidores (como Bassil) y detractores del presidente sirio, Bashar al Assad.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha celebrado la petición de ayuda, que ha descrito como "el primer plan concreto del Gobierno libanés" ante la comunidad internacional para contribuir al bienestar de los refugiados, según ha indicado la portavoz Ninnette Kelley.

Por su parte, el líder del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasan Nasralá, ha advertido del riesgo de división en Oriente Próximo debido a la tensión insuflada por la guerra civil en Siria. En un discurso frente a miles de seguidores, Nasralá ha asegurado que Siria y Oriente Próximo están amenazados "más que nunca" por "planes de división y partición".

En este contexto, Nasralá ha reclamado que no se politice la masiva llegada de refugiados sirios a Líbano y ha instado al Gobierno a que tienda la mano a aquellos que apoyan la reconciliación política y el diálogo en Siria, según ha recogido el diario libanés ''Daily Star''.