Juan Ignacio Pérez Aramburu, condenado en 2000 en Francia a tres años de cárcel por su pertenencia a ETA, quedó hoy en libertad bajo control judicial en espera de un nuevo juicio a finales de febrero.

El Tribunal Correccional de París decidió la liberación de Pérez Aramburu, pero condicionada a que vaya a fichar una vez por semana a la comisaría de Créteil, ciudad limítrofe con París donde tendrá que residir hasta el proceso en casa de unos conocidos que han aceptado darle alojamiento.

Pérez Aramburu, nacido el 18 de septiembre de 1964 en San Sebastián, fue arrestado en España el 19 de octubre pasado en virtud de una euroorden francesa y entregado a la justicia gala, que lo buscaba para hacerle cumplir la pena que se había dictado contra él en rebeldía en febrero de 2000.

El fiscal se había pronunciado a favor de su libertad condicional por estimar que su condena fue por "hechos de baja intensidad", en concreto el hallazgo de un pasaporte falsificado con su fotografía en manos del exdirigente etarra Juan Luis Aguirre Lete cuando éste fue capturado en noviembre de 1996 en Francia.

En la audiencia, el representante del Ministerio Público señaló que, de acuerdo con la sentencia que pesa sobre él, la "implicación" de Pérez Aramburu con ETA "se resume" a un periodo en 1996, aunque hizo notar que el etarra hoy negara, al dar su identidad, tener nacionalidad española y corregir que es "vasco".

En opinión del fiscal, esa reacción muestra "un anclaje ideológico fuerte".

Pérez Aramburu, por su parte, afirmó que su detención en el País Vasco en octubre pasado se produjo porque él mismo se había presentado "espontáneamente" a la policía española, una vez que se aseguró de que una antigua acusación que pesaba contra él por parte de la justicia en España (por agresión a las fuerzas del orden) había prescrito.

Insistió en que, cuando fue a la comisaría de Irún en octubre para hacerse un carné de identidad, no sabía que hubiera un mandato europeo de arresto dictado por Francia en su contra por su supuesta vinculación con la banda terrorista, que estaba pendiente desde 1999.

Su abogado defensor justificó el pasaporte falsificado con la foto de Pérez Aramburu encontrado a Aguirre Lete porque, a mediados de los años 90, su cliente había planeado refugiarse en Latinoamérica y entonces recurrió a canales de falsificación para tener documentación con la que viajar de incógnito, pero al final renunció a ese proyecto.

El letrado igualmente subrayó que "no por reivindicarse vasco se es miembro de ETA".