El presidente de EEUU, Barack Obama, instó ayer a la Cámara de Representantes, donde la mayoría republicana ha opuesto más resistencia al pacto, a que apruebe el acuerdo alcanzado en el Senado para sacar a Estados Unidos del "abismo fiscal" en el cual entró pasada la medianoche.

La madrugada de ayer el Senado, donde los demócratas tienen mayoría, aprobó con 89 votos a favor y ocho en contra un acuerdo que retrasa los recortes automáticos de gastos gubernamentales y extiende las exenciones impositivas para la mayoría de los estadounidenses.

La Cámara fijó para el mediodía de ayer (cinco de la tarde, hora canaria) el comienzo de sus deliberaciones en un día en el cual, por la festividad de Año Nuevo, no hay actividad en los mercados financieros, lo cual amortiguó el impacto de la caída, al menos técnica, por el "precipicio fiscal".

"Los dirigentes de ambos partidos en el Senado colaboraron para llegar a un acuerdo que fue aprobado con un abrumador apoyo bipartidista y que protege al 98% de los estadounidenses y al 97% de las empresas pequeñas contra un aumento de los impuestos", señaló Obama en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.

"Si bien ni demócratas ni republicanos alcanzaron todo lo que querían, este acuerdo es lo correcto", añadió.

El "abismo fiscal" se debe a un acuerdo en el Congreso en 2011 que postergó la solución del déficit fiscal -de un billón de dólares al año- hasta después de la elección presidencial de noviembre pasado.

Bajo aquel arreglo, si el Ejecutivo y el Legislativo no se ponían de acuerdo sobre el déficit, entrarían en vigencia este 1 de enero recortes automáticos en todos los gastos del gobierno, expirarían las exenciones impositivas vigentes por una década, y unos 2,3 millones de personas perderían su subsidio por desempleo.

La falta de acción legislativa significa que, técnicamente, en la madrugada de ayer subieron los impuestos que deben pagar todos los estadounidenses.

Aunque las subidas de impuestos empezaron a ser efectivas a partir de ayer y los recortes del gasto a partir de hoy, es posible que el Legislativo anule sus efectos con carácter retroactivo, por lo que el paso por el abismo fiscal sólo sería transitorio y los ciudadanos y la economía no notarían sus efectos.