Los líderes del Senado de EEUU reanudaron ayer las negociaciones a puerta cerrada para un pacto que evite el "abismo fiscal" mañana, pero la perspectiva de un acuerdo corre peligro ante las exigencias republicanas de recortes al gasto público, dijo una fuente legislativa.

"Estábamos acercando posiciones, pero nos hemos topado con un gran punto muerto. Hubo avances para incrementar el tope de los ingresos salariales sujetos a los recortes tributarios y concesiones demócratas sobre los recortes de impuestos al patrimonio", explicó la fuente, que pidió el anonimato debido a la sensibilidad de las negociaciones.

Los líderes demócrata y republicano del Senado, Harry Reid y Mitch McConnell, respectivamente, tratan de ponerse de acuerdo sobre un plan que, entre otros puntos, permita evitar una subida generalizada de impuestos a partir del 1 de enero, cuando está previsto que venzan exenciones aprobadas hace una década bajo la presidencia de George W. Bush.

Además, las negociaciones sobre el "abismo fiscal" incluyen otras cuestiones en disputa, como el futuro de los impuestos sobre el patrimonio, la prórroga o no de los subsidios extraordinarios por desempleo, y cómo evitar que entren en vigor recortes automáticos del gasto público en ámbitos como la Defensa o la Sanidad.

"La gran traba es que los demócratas insisten en extender los subsidios de desempleo, pero los republicanos quieren cambiar la fórmula que se utiliza para los beneficios de pensiones, reduciéndolos de hecho", agregó.

Así las cosas, ante la postura de los republicanos respecto al alcance y financiación de los recortes tributarios, existe una amenaza "real" de que, incluso, los congresistas no tengan ningún acuerdo que anunciar.

Si no hubiera un plan bipartidista, el presidente Barack Obama ha pedido a Reid que someta a voto, al menos, el plan demócrata.

El futuro de los recortes de impuestos al patrimonio, incluidos en el paquete de recortes impositivos durante la presidencia de George W. Bush tiene una alta carga política en Washington.