La difusión de un vídeo con imágenes espeluznantes de torturas a reclusos en una prisión de Georgia desató ayer una ola de indignación y protestas en este país caucasiano, que el próximo 1 de octubre celebra elecciones parlamentarias.

Las impactantes secuencias, que incluían palizas e, incluso, la violación de un preso con un palo de escoba, fueron emitidas anoche por dos canales de televisión privados, tras lo cual miles de personas se echaron a las calle de Tiflis y otras ciudades del país para expresar su ira y exigir responsabilidades al Gobierno.

Ante la gravedad de la situación, el presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, compareció en directo por televisión a las cuatro de la mañana para prometer que todos los responsables de las torturas serán castigados con todo el rigor de la ley.

Las imágenes de las torturas fueron grabadas en secreto en la prisión de Gldani, en los suburbios de Tiflis, en el curso de dos años por un funcionario de penal, Vladímir Bedukidze, quien reside actualmente en Bélgica.

A primera hora de ayer la ministra del Sistema Penitenciario de Georgia, Jatún Kalmajelidze, presentó su dimisión, exigida por los manifestantes, que demandan también la del titular de Interior, Bachán Ajalaia. "Asumo la responsabilidad política y solicito que acepte mi dimisión", escribió Kalmajelidze al primer ministro, Ivané Merabishvili.

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El jefe del Gobierno denunció los hechos en el penal de Gldani como un "crimen indignante", pues se trata de "torturas a personas". "Garantizo personalmente que erradicaremos las torturas en las prisiones, a igual que lo hicimos en los recintos policiales, donde con frecuencia éstas se utilizaban para arrancar confesiones", prometió Merabishvili.

El patriarca de la Iglesia Ortodoxa Autocéfala Georgiana, Elías II, demandó la creación de una comisión para investigar los hechos ocurridos en el penal de Gldani, junto al cual ayer se agolpaban familiares y amigos de los reclusos.

"Las autoridades georgianas deben tener tolerancia cero para con los implicados en estos sucesos", declaró el embajador de la Unión Europea en Georgia, el ex primer ministro búlgaro Philip Dimitrov, citado por la televisión local.

Para la oposición, el responsable de la situación en que se encuentra la población penal del país, cifrada en unos 24.000 reclusos, es el presidente Saakashvili.