Los grupos mineros bolivianos enfrentados por el control de una mina anunciaron ayer por separado huelgas y bloqueos de rutas, pese a que el Gobierno les solicitó una tregua en el conflicto que el martes provocó la muerte de un minero durante un ataque con cargas de dinamita a una sede sindical en La Paz.

El líder de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Miguel Pérez, sector al que pertenecía la víctima, declaró ayer que "no hay ninguna tregua" y que en las próximas horas llegarán a esta ciudad miles de mineros para definir movilizaciones.

Pérez y sus compañeros, que trabajan en minas estatales, velaron en una avenida de La Paz al minero.