El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) ha exigido a la canciller Angela Merkel que acepte un mecanismo de colectivización de las deudas públicas dentro de la eurozona que pueda ser controlado desde el Bundestag (cámara baja). Así lo afirmó el jefe del grupo parlamentario del SPD, Frank-Walter Steinmeier, en una entrevista publicada hoy por el diario alemán "Rheinische Post" en la que aboga por el pragmatismo frente a la negativa por principios de la canciller a abordar esta cuestión. "Si queremos evitar la ruptura de la eurozona, esto no va a funcionar sin riesgos para Alemania", argumentó Steinmeier. El político socialdemócrata aseguró que prefiere un método supervisado de garantías solidarias a la intervención discrecional del Banco Central Europeo (BCE) en el mercado de deuda. "Desde hace tiempo está teniendo lugar una responsabilidad solidaria. El BCE, al que Alemania aporta capital, compra bonos soberanos de países del sur de Europa en crisis. Y si ellos quiebran, respondemos nosotros sin límites y sin que el Bundestag haya decidido al respecto ni una sola vez", argumentó. Por eso, Merkel "debe decidir si la colectivización de las garantías debe ser limitada y estar bajo control democrático, como en el fondo europeo de amortización de la deuda, o si debe ser ilimitada y sin control a través del BCE", afirmó el político socialdemócrata. La nota de Fitch La agencia de calificación de riesgo Fitch mantuvo ayer la nota máxima ("AAA") a las finanzas de Alemania así como su perspectiva "estable" a largo plazo, pese a la advertencia en sentido contrario que lanzó en julio la agencia Moody''s. La agencia argumentó en un comunicado que el mantenimiento de la nota refleja "las fortalezas crediticias a largo plazo de Alemania" y su "robusta actuación económica en los últimos dos años". "Frente al contexto de la frágil recuperación global y la intensificación de la crisis de la eurozona, Alemania ha registrado un fuerte crecimiento de su producto interior bruto (PIB) y una tendencia decreciente en el desempleo", indicó. No obstante, Fitch subrayó que la mayor economía de Europa "sigue expuesta al componente sistémico de la crisis" y que "una recesión significativamente más profunda" de sus mayores socios comerciales en la eurozona podría "arrastrar también a Alemania a la recesión, con repercusiones negativas en términos fiscales".