Unos 10.000 indignados participaron ayer en varias ciudades de Israel en los actos del primer aniversario de la protesta, en una convocatoria menos concurrida de lo esperado y marcada por un intento de inmolación en Tel Aviv, su centro neurálgico.

En Tel Aviv, dos marchas paralelas comenzaron a las 20:00 hora local (18.00 GMT) en conmemoración del día hace justo un año en que la joven Dafni Lif levantó una tienda de campaña y propició una lucha social que acabó sacando a la calle a casi medio millón de personas en un país de 7,8 millones de habitantes.

Lif lideró ayer la convocatoria más exitosa, a la que acudieron entre 8.000 y 10.000 personas y que partió del Teatro Habima para llegar a los edificios oficiales en la calle Kaplan.

"Ha pasado un año y todavía insistimos en que las autoridades tienen que preocuparse del bien general y actuar firmemente en favor de una sociedad sana que ofrezca iguales oportunidades y una vida digna", señaló Lif.

La marcha pudo haber acabado en tragedia porque uno de los participantes se prendió fuego, lo que le originó heridas de gravedad entre leve y moderada, informó un portavoz policial.

Varios manifestantes apagaron las llamas y el hombre fue trasladado al hospital, donde se le aplicaron medidas de estabilización, agregó.