Los votantes franceses dieron al Partido Socialista (PS) y sus aliados más próximos una mayoría absoluta y, con ella, los instrumentos necesarios para actuar sin las limitaciones de acuerdos con los ecologistas y el Frente de Izquierdas, por lo que el Gobierno galo podrá aplicar su programa sin trabas. Así lo indicó inmediatamente, aun antes de conocer los resultados definitivos, el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, quien aseguró que los ciudadanos eligieron ayer "la coherencia" y dijo que en la nueva etapa "se respetarán escrupulosamente las prerrogativas del Parlamento".

Y el jefe del Gobierno recordó que ahora quedan por delante los "grandes retos europeos", antes de insistir en las líneas maestras de la política de Hollande: "El objetivo es reorientar Europa hacia el crecimiento y evitar las consecuencias de la especulación".

Según las proyecciones de escaños adelantadas por varios institutos de sondeos, el PS podría obtener entre 312 y 321 diputados, muy por encima de los 289 que fijan el umbral de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, compuesta por 577 escaños.

Ese nivel de respaldo por parte de los electores evita al partido de Hollande tener que pactar con los ecologistas -compañeros sin embargo en el Gobierno- y con los diputados del Frente de Izquierdas las líneas fundamentales de sus políticas de reforma y las medidas de ajuste que permitan evitar las consecuencias de la crisis económica. El ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, declaró por su parte que al día siguiente de esta victoria de los socialistas no habrá "un mensaje distinto" y recordó que "hay un calendario europeo", que culmina con el Consejo Europeo de finales de mes, y un "calendario nacional", donde el objetivo está en "restablecer el equilibrio" de las cuentas públicas.

"Nuestro proyecto no es uno de austeridad", advirtió Moscovici, quien adelantó que el Gobierno de Ayrault aplicará "esfuerzos fiscales y sobre los gastos".

Los ecologistas de EELV son parte de la sorpresa en las legislativas, ya que podrían alzarse con una veintena de diputados y formar grupo propio en la Asamblea, donde la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), la gran derrotada, se quedaría con alrededor de 218 asientos.