El Gobierno alemán se mostró hoy dividido en torno al rescate griego, al negar su viceportavoz, Georg Streiter, la opción de Atenas de renegociar el calendario de reformas, como insinuó ayer el ministro de Exteriores germano, Guido Westerwelle.

"Prevalece lo que está acordado", aseguró el viceportavoz en varias ocasiones en un encuentro rutinario con medios, visiblemente molesto ante la insistencia de los periodistas.

Los comunicadores le repitieron en varias ocasiones las declaraciones del titular de Exteriores, en las que afirmó que "se podría hablar de cambios en el cronograma, pero no hay camino distinto al de las reformas".

Streiter subrayó que "nadie está hablando de cronogramas en estos momentos" y que el nuevo gobierno que salga tras las elecciones celebradas este domingo, en las que los conservadores de Nueva Democracia se hicieron con la victoria, tendrá que enfrentarse con "los viejos compromisos".

El viceportavoz evitó asimismo decir qué pasaría en el caso de que el nuevo Ejecutivo heleno pidiese a la "troika" -el grupo de supervisores conformado por miembros del banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- más tiempo para cumplir con las reformas impuestas.

Señaló que no quería entrar en especulaciones y que prefería ceñirse a los datos y a los hechos: que habría que esperar a que se formase un nuevo gobierno y a que se relanzasen las conversaciones entre Atenas y la "troika".

Indicó que el Ejecutivo alemán está dispuesto a dialogar, pese a que acto seguido indicó que ni el calendario ni la condicionalidad impuesta a Grecia están a debate.

En este sentido, agregó que el objetivo de que la deuda griega se reduzca hasta suponer el 120 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país para 2020 se mantiene, asegurando que "eso hasta el día de hoy no ha cambiado".

El portavoz de Exteriores, Andreas Peschke, también presente en este encuentro, aseguró que lo "sustancial" del programa de reformas y ajustes griego "permanece", como apuntó ayer Westerwelle.

No obstante, se vio en serias dificultades para explicar la flexibilización del calendario que propuso ayer su ministro y, sin desmentirle, explicó que durante el doble proceso electoral griego se perdió tiempo para implementar reformas.

Por último, la portavoz del Ministerio de Finanzas, Marianne Kothé, descartó la opción de los "eurobills", la propuesta de emitir deuda conjunta pero con un recorrido temporal corto y en cantidad limitada, y los tildó de "hermanos pequeños" de los eurobonos sobre los que no hay ninguna "propuesta formal" sobre la mesa.

Además, señaló que se sigue trabajando para alcanzar un acuerdo sobre el modelo de impuesto a las transacciones financieras que se quiere introducir en Europa.