El Consejo de Seguridad de la ONU escuchará mañana al jefe de los "cascos azules" en Siria (UNSMIS), el general noruego Robert Mood, quien evaluará la situación en ese país, afectado por un recrudecimiento de la violencia que ha llevó a suspender momentáneamente las actividades de los observadores.

"La decisión de suspender las patrullas se debió a la intensificación de la violencia armada en Siria, algo sobre lo que el secretario general (de la ONU, Ban Ki-moon), y el enviado especial Kofi Annan ya habían advertido", dijo hoy un portavoz del organismo, Farhan Haq.

Mood, que se dirigirá al Consejo a partir de las 20.00 GMT, anunció la suspensión el sábado ante el incremento de la violencia armada en los últimos diez días, que en su opinión limitaba su "capacidad para observar, verificar e informar, así como para apoyar el diálogo local y los proyectos de estabilidad".

Haq, quien reiteró este lunes que esa situación impedía la capacidad de la UNSMIS para llevar a cabo su mandato, confirmó igualmente que ninguno de los casi 300 observadores militares desarmados y personal civil que integra esa misión ha resultado herido.

"La misión intentará llevar a cabo su mandato tan pronto como las condiciones sobre el terreno lo permitan", agregó el portavoz.

En las últimas horas, Mood volvió a pedir a las fuerzas gubernamentales y a la oposición armada que permitan la salida de los civiles atrapados en las zonas de conflicto

Además, señaló que los intentos por sacar a los civiles de la zona de Homs, donde se producen continuos enfrentamientos, resultaron infructuosos.

"Las partes deben reconsiderar su postura y dejar que mujeres, niños, ancianos y heridos salgan incondicionalmente de las áreas de choque para garantizar su seguridad", pidió el jefe de la UNSMIS.

Mood también subrayó que lograr ese objetivo requiere "la voluntad de ambas partes de respetar y proteger la vida del pueblo sirio".

También les pidió adoptar medidas de forma inmediata que alivien el sufrimiento de los sirios atrapados por la violencia, al tiempo que aseguró que la misión de la ONU está lista para supervisar su liberación una vez que se tome la decisión.

"Déjenme ser claro: la UNSMIS mantiene su compromiso con las aspiraciones del pueblo sirio", dijo Mood al anunciar la suspensión temporal de sus operaciones.

Al mismo tiempo, expresó que la misión está preparada "para trabajar con todas las partes, para asistirlas en la tarea de poner fin a la violencia y promover un diálogo político".

Según datos de la ONU, más de 11.000 personas han muerto en Siria desde que hace dieciséis meses estallara el conflicto, cifra que las fuerzas de oposición aumentan a más de 15.000 muertos.

Además, decenas de miles de personas se han visto obligadas a desplazarse de forma interna y más de 50.000 a buscar refugio en el exterior del país, mientras que un millón de personas necesitan asistencia humanitaria.

En Ginebra, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos apeló este lunes a la comunidad internacional para que supere sus diferencias y ponga fin a las violaciones de los derechos humanos en Siria, al tiempo que subrayó que los responsables de esa violencia deben ser perseguidos y juzgados.