La secta radical islámica Boko Haram se atribuyó hoy la autoría de los atentados suicidas cometidos ayer en tres iglesias de Nigeria, que, junto a los incidentes posteriores, causaron al menos 40 muertos, según testigos y fuentes hospitalarias.

El portavoz de la secta, Abul Qaga, aseguró que los ataques fueron la respuesta a una serie de supuestos asesinatos de musulmanes cometidos en algunas partes del país, según un comunicado divulgado por el diario nigeriano "Peoples Daily".

Los cristianos nigerianos deben "convertirse al Islam o aceptar que se ha declarado la guerra" contra ellos y amenaza con perpetrar ataques contra las familias de los miembros de las fuerzas de seguridad, se añade en la nota.

Aunque la Policía cifró ayer en 16 el número de muertos, testigos y fuentes hospitalarias citadas por los medios estiman que entre 40 y 48 personas perdieron la vida, incluidos al menos once fallecidos por represalias de jóvenes cristianos, en tanto que hubo alrededor de 150 heridos.

Varias explosiones ocasionadas por terroristas suicidas que detonaron vehículos cargados de explosivos sacudieron tres iglesias: dos en la localidad de Zaria, y una tercera a unos 60 kilómetros, en la ciudad de Kaduna, capital del estado homónimo.

Los atentados desencadenaron la cólera de cientos de jóvenes cristianos en la ciudad de Kaduna, donde quemaron automóviles, atacaron dos mezquitas y agredieron a personas sospechosas de pertenecer a las etnias hausa y fulani, que profesan el Islam.

A fin de restaurar el orden, el Gobierno de Kaduna impuso ayer un toque de queda de 24 horas en todo el estado, donde patrullan soldados y policías.

El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, se declaró "triste" por los atentados y prometió que la Policía hará todo lo posible para proteger a los ciudadanos.

Boko Haram ya se atribuyó los ataques cometidos hace sólo ocho días -en otro domingo sangriento- contra dos iglesias, una en Jos (centro) y otra en Bui (norte), que causaron al menos cinco muertos.

La secta radical, cuyo nombre significa "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer la ley islámica en Nigeria, de mayoría musulmana en el norte y cristiana en el sur.

Desde el inicio de su campaña violenta en 2009, cuando el fundador de Boko Haram, Mohamed Yusuf, murió bajo custodia policial, la secta ha matado a unas 1.200 personas, la mayoría en ataques perpetrados en el norte de Nigeria, según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas nigerianas, Oluseyi Petinrin.

Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.