Un civil israelí y dos milicianos procedentes de Egipto murieron hoy en un ataque contra trabajadores que levantan la divisoria entre los dos países, un nuevo suceso que refleja la inestable situación de seguridad en esa porosa frontera.

De acuerdo a una investigación preliminar, al menos tres hombres armados penetraron en Israel desde el territorio egipcio a primera hora del día y colocaron un artefacto explosivo en un área conocida como "Lago Blanco", a unos 30 kilómetros al sur de la franja de Gaza, a la espera de que vehículos israelíes circularan por la zona.

"Tres terroristas armados cruzaron a Israel desde Egipto", manifestó la teniente coronel Avital Leibovich, portavoz del Ejército israelí para los medios extranjeros.

Al paso de dos vehículos en los que viajaban obreros de la construcción de la verja fronteriza, el explosivo fue detonado, y los milicianos abrieron fuego con fusiles Kalashnikov y granadas propulsadas por cohetes.

Como consecuencia del estallido de la bomba, uno de los vehículos volcó y cayó una zanja, provocando la muerte al obrero israelí que viajaba en su interior, precisó la militar. El mismo vehículo también recibió el impacto de disparos, aunque no del lanzagranadas.

Tras el ataque, tropas israelíes de la brigada Golani llegaron a la zona y se produjo entonces un tiroteo con los milicianos en el que murió uno de ellos.

El segundo habría fallecido a consecuencia de la detonación de la gran cantidad de explosivos que portaba, precisó la portavoz militar.

Posteriormente, el Ejército inició una persecución para dar con el paradero del tercer miliciano que participó en el asalto y que mantuvo a las autoridades en jaque durante varias horas.

Al menos cinco poblaciones israelíes fueron puestas en máxima alerta y dos carreteras aledañas a la zona fronteriza permanecieron cortadas toda la mañana.

En el lugar del ataque fueron encontrados rifles de asalto, granadas, chalecos anti-balas y cascos, así como uniformes de camuflaje, que según la teniente coronel, no parecían pertenecer al Ejército egipcio.

A primera hora de la tarde, el Ejército israelí descartó la posibilidad de que el tercer implicado permaneciese en suelo israelí y confirmó en un comunicado que "habría regresado al Sinaí egipcio".

En el lugar donde se registró el ataque, cuya autoría no ha sido reivindicada por ningún grupo, así como se ignora la nacionalidad de sus autores, no se había erigido aún la verja divisoria.

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, calificó lo ocurrido como "ataque terrorista".

"Vemos un preocupante deterioro del control egipcio del Sinaí. Estamos esperando los resultados de las elecciones. Quienquiera que gane, esperamos que asuma la responsabilidad de todos los compromisos internacionales de Egipto, incluido el acuerdo de paz con Israel", manifestó hoy en un encuentro con su homólogo polaco, Tomasz Siemoniak.

La construcción de la verja entre Israel y Egipto, de 260 kilómetros, se aceleró con la caída del régimen de Hosni Mubarak hace más de un año, aunque inicialmente se proyectó para impedir el constante goteo de inmigrantes sin papeles procedentes de África.

Valorada en 350 millones de dólares, su construcción cuenta con 1.500 obreros y se espera que esté completada a finales de año.

Israel sostiene que la verja es necesaria para impedir los ataques de células radicales islamistas que operan en la península del Sinaí.

En agosto de 2011 ocho israelíes murieron en un ataque coordinado al norte de la ciudad de Eilat, a orillas del Mar Rojo, cometido por milicianos que se infiltraron desde el suelo egipcio, ataque del que Israel responsabilizó en un principio a grupos armados de Gaza.

Tropas israelíes mataron a cinco guardas de fronteras egipcios mientras perseguía a los atacantes, suceso por el que el Estado judío tuvo que disculparse ante El Cairo en octubre.

En otro contexto, al menos dos palestinos murieron y otros seis resultaron heridos, entre ellos un menor en estado crítico, en distintos bombardeos del Ejército israelí en la franja de Gaza, según testigos y fuentes médicas locales.

El Ejército israelí afirmó que los ataques fueron en respuesta al lanzamiento de misiles contra su territorio.

Desde comienzos de 2012, 280 cohetes fueron disparados desde Gaza contra Israel, diez de ellos en junio, contabiliza Israel.