La primera dama francesa, Valérie Trierweiler, se alzó ayer como protagonista de la última jornada fijada para presentar las candidaturas a la segunda ronda de las legislativas, con un inoportuno "tuit" que reavivó sus diferencias con Ségolène Royal, expareja del presidente François Hollande.

La actualidad política, que está a la espera de que hoy el Ministerio del Interior publique la lista oficial de los aspirantes a lograr un escaño en la Asamblea Nacional, estuvo centrada en ese mensaje en el que Trierweiler mostraba su apoyo al candidato que se presenta en La Rochelle (oeste del país), la misma prefectura que Royal.

"Ánimo a Olivier Falorni, que no ha desmerecido y que se bate al lado de los rocheleses desde hace tantos años con un compromiso desinteresado", indicó en la red social en referencia al disidente del Partido Socialista (PS) que amenaza con acabar con las posibilidades de Royal no solo de salir diputada, sino de presidir esa cámara.

La primera dama ya había advertido en una entrevista a la revista "Femme Actuelle" antes de las elecciones presidenciales que Hollande le concedía toda su confianza a excepción de sus "tuits", declaraciones que se han visto justificadas a cinco días de la segunda ronda de los comicios legislativos y ante las que el PS se ha movilizado en defensa plena de Royal.

El "vodevil"

El "vodevil" que de acuerdo con la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) ha entrado en el Elíseo con este pronunciamiento público, para regocijo de la derecha, acaba según los medios con la presidencia "normal" que Hollande quiso instaurar.

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, subrayó ayer que el jefe del Estado apoya "a fondo" la candidatura de Royal, pero el entorno del diputado al que esta se enfrenta, según fuentes citadas por la cadena "itélé", asegura que el presidente conocía las intenciones de su actual pareja y dio su visto bueno.

La recta final de las legislativas galas tomó así un cariz de crónica social, horas antes de que se sepa el nombre de quienes competirán el próximo domingo por completar los 577 escaños de la Asamblea Nacional.

En la primera ronda celebrada el pasado domingo se quedaron sin contrincantes en sus respectivas circunscripciones electorales un total de 36 diputados, de los cuales 21 pertenecen al PS y otros siete a la UMP, por lo que ahora está por decidir la suerte de quiénes ocuparán los 541 escaños restantes.