Los trabajadores de la salud pública de Bolivia, tras siete semanas de huelga y disturbios, vencieron al presidente del país, Evo Morales, y quedará sin efecto el decreto que aumentaba su jornada laboral de 6 a 8 horas diarias, según un acuerdo firmado esta madrugada en La Paz.

Fuentes oficiales y gremiales dijeron que el acuerdo fue suscrito por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y líderes sindicales, pero no lo han aceptado aún los médicos, que también estaban en huelga desde marzo por el mismo decreto y que analizan hoy si suspenden su protesta.

El secretario ejecutivo de la Confederación de Trabajadores en Salud, José González, declaró que esa organización ha indicado a sus afiliados que regresen a sus funciones habituales de modo paulatino hoy mismo.

Explicó que aceptaron una promesa del Gobierno de emitir en breve un decreto que suspenderá la aplicación de la polémica norma que aumentaba la jornada laboral de médicos y empleados de hospitales estatales y de la seguridad social, con lo cual se restituyen las 6 horas diarias.

González agregó que "si bien se levantan las medidas de presión", los trabajadores se mantendrán "en estado de emergencia" hasta que se celebre una reunión nacional convocada por Morales para analizar la situación del sistema público de salud.

Si en esa reunión, que según González debe ser "técnica y no política", Morales y sus organizaciones afines vuelven a plantear las ocho horas de trabajo, los sanitarios exigirán que se les otorguen los beneficios establecidos en la ley general del Trabajo, de la que están excluidos.

El Colegio Médico de Bolivia tendrá una reunión en las próximas horas con el ministro de Gobierno, Carlos Romero, para analizar la promesa aceptada por los sanitarios, dijo el vicepresidente de esa institución, Bernardino Fuertes.

Señaló que los galenos han pedido a las autoridades que termine la "persecución" de los líderes de las protestas, que se restituya a los trabajadores que fueron despedidos por acatar la huelga y se anulen los descuentos salariales.

Los médicos y trabajadores de la salud rechazaron el aumento de su jornada laboral porque Morales la promulgó sin consultarles y porque, según sus dirigentes, atenta contra una conquista laboral de hace 40 años.

Morales justificó el decreto alegando que se lo pidió una reunión de sus partidarios celebrada en enero pasado en la ciudad central de Cochabamba, con la que abrió su campaña para ser reelegido en 2014 para un tercer periodo, según analistas.

Las autoridades continuarán dialogando esta semana con la Central Obrera Boliviana (COB), la mayor entidad sindical del país, antes aliada de Morales, que reclama un aumento salarial mayor al 8 % que el Gobierno decretó el pasado día 1 para este año.

Los sindicatos piden al gobernante que tenga en cuenta lo que llaman "canasta familiar básica", que calculan en 1.192 dólares mensuales, pero Morales ha replicado que los sindicatos tienen "mucha ambición".