El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) iniciará mañana el juicio al exgeneral Ratko Mladic, exlíder militar serbobosnio y una de las figuras claves de la guerra civil de Bosnia, pese a los intentos de éste por retrasar el inicio del proceso.

El acusado del genocidio en Srebrenica en 1995 ha solicitado repetidas veces más tiempo para que sus abogados preparen la defensa, la última vez con una moción de urgencia en la que sus representantes legales piden seis meses de prórroga para poder estudiar documentos según ellos "entregados a destiempo" por parte de la fiscalía.

"La defensa solicita respetuosamente que no comience el juicio hasta dentro de seis meses o que la fiscalía no pueda usar en el juicio los documentos, o testigos, entregados o revelados tarde a la defensa", se lee en esa moción, entregada ayer lunes.

Además, Mladic también ha recusado al presidente de la Cámara, el juez Alphons Orie, por considerar que su nacionalidad holandesa no le permite ser imparcial.

El enclave bosnio de Srebrenica estaba protegida por "cascos azules" holandeses en 1995 cuando se produjo la ofensiva serbobosnia que acabó en la matanza de 8.000 musulmanes varones, lo que creó una especie de trauma colectivo en Holanda, donde esa masacre fue objeto de una investigación que provocó en 2002 la caída del Gobierno del laborista Wim Kok en su segunda legislatura.

"La fecha del juicio se mantiene si no hay nuevo aviso para el 16 de mayo", indicó una portavoz del TPIY ante la pregunta de si estas mociones afectarían al arranque del proceso, que empieza casi un año después del arresto de Mladic, 17 años después de que el tribunal publicase en 1995 la primera acusación en su contra y 20 años después de que estallase la guerra en Bosnia (1992-1995).

En la primera vista de mañana tomará la palabra la fiscalía con sus alegatos iniciales, en los que expondrá una visión panorámica del contexto en el que se produjeron los 11 cargos de crímenes de guerra y lesa humanidad contenidos en la acusación.

La exposición de los fiscales se prolongará hasta el jueves, y en esos dos días ni Mladic ni sus abogados tomarán en principio la palabra, aunque no puede descartarse que aprovechen la vista pública para denunciar sus quejas sobre la falta de tiempo que han tenido para preparar el caso.

La fiscalía, dirigida por el belga Serge Brammertz, que cuenta con un total de 200 horas para exponer su caso, presentará durante el juicio los testimonios de 411 testigos, siete de los cuales se personarán en la sala y el resto expondrá sus declaraciones por escrito, si bien 141 testigos están dispuestos a ser careados por la defensa de Mladic.

Brammerz intentó que el juicio se dividiese en dos procesos, queriendo empezar por el referido a la matanza de Srebrenica, donde recae el cargo de genocidio contra Mladic, pero los jueces rechazaron su petición, estimando que podría perjudicar la preparación de la defensa del acusado.

También a petición de los magistrados, el fiscal tuvo que reducir considerablemente la acusación, que a pesar de mantener los once cargos iniciales, redujo el número de lugares en los que presuntamente se perpetraron los crímenes.

La salud de Mladic, de 70 años, ha sido también un tema que ha despertado preocupaciones por la continuidad del juicio tanto en magistrados como en la fiscalía, pero tras haberse recuperado de una neumonía y haber sido operado de una hernia inguinal mientras ha estado detenido en La Haya, parece que su estado de salud- padece dolencias renales- se encuentra estabilizado.