La eurozona respaldó ayer la reforma financiera del Gobierno de Mariano Rajoy para sanear la banca y limpiar sus balances ante la gran exposición al ladrillo, pero le ha instado a acelerar la auditoría externa independiente de la cartera crediticia y a crear un cortafuegos en forma de ayudas creíble.

"Saludamos las medidas anunciadas el viernes por parte de las autoridades españolas para reformar más el sector bancario con el fin de aumentar la confianza de los inversores y resolver las vulnerabilidades restantes del sector bancario", señaló el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, al término de la reunión de los ministros de Economía y de Finanzas de la eurozona.

"Damos la bienvenida a las medidas y las respaldamos plenamente", agregó el también primer ministro luxemburgués.

El ministro de Economía y de Competitividad, Luis de Guindos, afirmó al término del Eurogrupo que los países de la eurozona han apoyado "absolutamente" su reforma financiera.

Aseguró que ha encontrado en sus socios mucho apoyo y la cooperación que esperaba "desde el punto de vista de que tenemos que buscar soluciones conjuntas a una situación que es compleja, especialmente derivada del caso de Grecia".

El ministro defendió que España "ha hecho todo lo que tenía que hacer" y señaló que la cooperación de todos los países de la zona euro es "vital" en este "momento difícil".

Pese a la satisfacción expresada por De Guindos, el Eurogrupo pidió a España que "acelere" la auditoría externa de los activos inmobiliarios y de los balances de la banca, pese a que ya ha encargado a dos entidades independientes la valoración de la cartera de créditos, tal y como le había exigido la eurozona.

También pidió al Gobierno que "tome los pases necesarios para crear mecanismos de ayuda creíbles para el caso de que fueran necesarios".

De Guindos ha dicho que el Estado podría dar a un interés del 10% anual ayudas de hasta 15.000 millones de euros, aunque esta cifra incluye el préstamo impagado de 4.465 millones de euros que prestó el FROB en 2010 y que ahora se han convertido en acciones.

Al ser preguntado si España dispone de los fondos necesarios para hacer frente a las necesidades de la banca española o si cree que debe acudir al fondo de rescate europeo, Juncker aseguró que el Gobierno español "hará lo que tenga que hacer".

"La rapidez es esencial en la actual situación" de presión de los mercados financieros sobre la bolsa, los valores de la banca y la deuda soberana, señaló.

La prima de riesgo española, el diferencial entre el bono nacional a 10 años y el alemán del mismo plazo, se disparó ayer hasta los 478 puntos básicos, lo que supone la posición más alta alcanzada al cierre de una sesión desde la implantación del euro.