El presidente francés, Nicolas Sarkozy, candidato a su reelección, se mostró hoy convencido de que tras el debate anoche con su rival socialista, François Hollande, la votación del próximo domingo "está más abierta".

"Desde hace semanas, los sondeos mienten", subrayó en una entrevista a la emisora de radio "RTL" Sarkozy, al que todas las encuestas siguen dando como perdedor frente a Hollande, aunque en los últimos días las diferencias se hayan reducido algo.

Insistió en que cree que "habrá un voto muy importante en la segunda vuelta" y en que "nunca una elección ha estado tan indecisa" y se decidirá "en el último momento".

En la entrevista, dedicada al comentario del debate televisivo de anoche en el que durante dos horas y cincuenta minutos se enfrentaron los dos candidatos a la jefatura del Estado, el presidente candidato aprovechó para criticar a su rival, para el que "toda persona que no es de izquierdas es sospechosa" y que "promete un gasto de locura".

Le reprochó al líder socialista en particular su negativa a incorporar en la constitución la conocida como "regla de oro", que obligue a todos los gobiernos en ejercicio a políticas tendentes al equilibrio financiero.

Y reiteró por su parte, que si gana el domingo llevará ante el Parlamento esa reforma constitucional, y que si no consigue allí la mayoría suficiente, someterá la cuestión a referéndum.

Sarkozy defendió su política económica y fiscal frente a la crisis, y de nuevo la justificó señalando que su actuación se justifica porque "no quiero- dijo- que Francia esté en la situación de España".