Al menos siete personas fallecieron y otras 17 resultaron heridas en el ataque llevado a cabo ayer por varios talibán suicidas contra un recinto de Kabul donde se alojan ciudadanos de países occidentales, según el último balance de víctimas facilitado por el Ministerio del Interior de Afganistán.

En el ataque participaron varios insurgentes disfrazados de mujeres que utilizaron un coche bomba. Los fallecidos son un guardia y 6 transeúntes, todos afganos.

Cientos de policías y efectivos de los servicios de inteligencia afganos rodearon el recinto, llamado Green Village (Pueblo Verde), en donde los terroristas no llegaron a entrar.

Los talibanes afganos perpetraron esta acción a modo de protesta contra la visita del presidente de Estados Unidos a Afganistán, tal y como confirmó Zabihulá Mujahid, uno de sus portavoces, a las agencias de noticias internacionales.

Además, Mujahid indicó que el ataque es también una forma de rechazo al acuerdo de asociación estratégica firmado por Obama y el presidente afgano, Hamid Karzai, para regular la presencia de fuerzas estadounidenses en el país a partir de 2014, una vez se hayan retirado la mayor parte de las tropas de combate.

Los talibanes advirtieron de que su ofensiva de primavera, que comenzó hace dos semanas con atentados en Kabul, se reanudará hoy.