El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, insistió ayer en subrayar al Gobierno del presidente de Siria, Bachar al Asad, en que proporcione plena libertad de movimientos a los observadores militares desarmados de la misión de supervisión del organismo para el país (UNSMIS).

"Es importante que Siria proporcione plena protección y seguridad, así como libertad de movimientos a los observadores" de la ONU, señaló Ban durante un encuentro con la prensa en la sede de Naciones Unidas.

El despliegue de los primeros 30 observadores de la UNSMIS, que constará de un total de 300 militares desarmados y civiles, comenzará a llegar al país árabe la próxima semana, dijo ayer un portavoz de la ONU.

La misma fuente indicó que "el despliegue se va a hacer por etapas. El de los primeros treinta estará completado a finales de abril, y el de los otros es una prioridad y se hará lo más rápido posible". La composición de la UNSMIS, con 300 observadores militares desarmados y civiles, fue adoptada el 21 de abril por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Ban tiene ahora que presentar al Consejo de Seguridad una evaluación sobre la situación de Siria y en particular sobre si se están cumpliendo las condiciones del alto el fuego acordado cuando las fuerzas gubernamentales y la oposición aceptaron el plan de paz del enviado especial del organismo y de la Liga Árabe, Kofi Annan.

"Estamos ante un momento capital en Siria. El cese de la violencia armada es incompleto y las violaciones de los derechos humanos se producen con impunidad", afirmó hoy el subsecretario de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, al Consejo de Seguridad durante el debate sobre la situación de Oriente Medio.

El plan de paz, en vigor desde el día 12, estipula el cese de las hostilidades, la retirada de los tanques de las ciudades, la liberación de los detenidos de forma arbitraria y el inicio de un diálogo entre el Gobierno y la oposición, entre otros puntos.

Desde esa fecha, se han producido reiteradas violaciones del plan de paz, incluso con la presencia de una primera avanzadilla, compuesta por seis observadores militares desarmados de la ONU, que desde la semana pasada está en Siria preparando el terreno para la llegada de los demás.

Pascoe subrayó que la ONU "espera que el despliegue de los observadores ayude a parar los asesinatos y a consolidar la calma. El objetivo no es congelar la situación, sino crear las condiciones para entablar un proceso político serio y creíble", al tiempo que urgió al régimen de Damasco a "cumplir de forma inmediata y completa sus compromisos".