El Gobierno argentino rechazó ayer la valoración de YPF que realizó Repsol y adelanta su intención de "revisar" el valor de la petrolera mientras avanza con su mayoría parlamentaria en la tramitación de la expropiación de la compañía.

Los interventores de YPF, el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, protagonizaron un tenso debate con dirigentes de la oposición críticos con la política energética del Gobierno, durante su comparecencia en el Senado para debatir el contenido del proyecto de expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF.

Kicillof, a quien fuentes empresariales atribuyen un especial protagonismo en el diseño de la expropiación, acaparó la atención de la jornada al anunciar una "revisión" del valor de la petrolera y rechazar los 10.000 millones de dólares (unos 8.000 millones de euros) que reclamó ayer el presidente de Repsol, Antonio Brufau, en compensación por las acciones que le serán expropiadas al grupo.

"El señor Brufau dice que vale 10.000 millones de dólares, vamos a ver cuánto vale", advirtió Kicillof, quien denunció "información secreta" y un manejo "imprudente" de los exdirectivos de YPF.

También el ministro De Vido advirtió de que YPF "tendrá que pagar" por supuestos daños ambientales en el país porque "el medio ambiente no se rifa y tiene precio".

El "costo de la empresa", agrega el ministro, habrá que "conversarlo" porque "los gobernadores también tienen muchos reclamos para hacer" sobre su funcionamiento.

"Había mucha información (en YPF) que no estaba disponible para las autoridades", dijo Kicillof, pese a que el Estado argentino contaba con un representante en el directorio de YPF, Roberto Baratta.

Maximizar el beneficio

"Brufau dijo que el año pasado hubo niveles récord de inversión (...), pero hay una deuda cercana a los 9.000 millones de dólares", agregó. Según Kicillof, Repsol "ha buscado maximizar su beneficio" y ha "chocado" con "el modelo de crecimiento argentino con inclusión social".

Repsol, sostuvo, "ha tenido beneficios extraordinariamente grandes" en los últimos años y "nadie puede decir que les estamos sacando algo que era suyo".

"No podíamos darnos el lujo de sentarnos a esperar a discutir con un grupo trasnacional qué va a hacer con los recursos de Argentina", insistió el funcionario, que acusó a Brufau de "soberbia" y de tratar de "quebrar la muñeca" a Argentina para "sacar más precio" por el petróleo.

El viceministro, que en su intervención cargó también contra organismos internacionales como el FMI, terminó por aconsejar a España que aumente el papel del Estado para salir de la crisis.

"Le pido a España que recupere la dignidad en este sentido, que mire lo que le están recomendando la derecha y los guitarristas del libre mercado", señaló.

El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se propone aprobar el dictamen parlamentario para debatir la iniciativa en el recinto del Senado el próximo día 25, para pasar al debate en la Cámara de Diputados.