Los independentistas tuareg del norte de Mali lanzaron ayer una ofensiva contra la estratégica ciudad de Gao (noreste) ante la impotencia de la junta militar golpista que dirige el país desde hace diez días y que busca el apoyo de sus vecinos africanos.

En las últimas 24 horas, el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA), que mantiene un pulso armado con las autoridades desde el 17 de enero por la independencia del norte del país, tomó la ciudad de Kidal, capital de la provincia del mismo nombre y lanzó una ofensiva contra la provincia de Gao, en el noreste del país.

Bourem, Menaka, Asongo y la propia Gao, donde se encuentra la principal base militar del norte de Mali, fueron atacadas desde la noche del viernes.

Según un funcionario provincial de Gao, el ataque contra la capital de esta desértica provincia comenzó ayer. En su avance, según la fuente, los milicianos tuareg no están encontrando mucha resistencia.

En su página web, el MNLA aseguró que tras intensos enfrentamientos en los que el Ejército empleó helicópteros, los combatientes tuareg se hicieron con el control de Gao, que ahora están registrando en busca de militares y funcionarios del Gobierno, un extremo que no pudo ser confirmado.

Por la independencia

Este fulgurante avance del MNLA, que exige la independencia de esa enorme extensión de territorio llamada Azawad, desbordó a la junta militar dirigida por el capitán Amadou Haye Sanogo, que derrocó hace hoy once días al presidente de Mali, Amadou Toumani Touré, cuyo mandato presidencial se agotaba dentro de dos meses.

Los militares golpistas, que paradójicamente achacaban a Touré una mala administración de la crisis tuareg, buscan el apoyo de sus vecinos para frenar el avance de los independentistas, que según las autoridades cuentan con la ayuda de Al Qaeda, otros grupo islamistas salafístas, excombatientes del antiguo régimen libio y traficantes de armas.

Tras la caída de Kidal, Sanogo pidió a sus "hermanos y socios" que se impliquen más para hallar una solución al conflicto separatista y envió varios emisarios tanto al norte del país como a los estados vecinos.

Sanogo pretende recabar ayuda sobre todo, de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), que no sólo condenó el golpe de estado, sino que expulsó a Mali del organismo.