El secretario general del grupo extremista Comités Populares de Resistencia (CPR), Zuhair al Qaisi, y otros cuatro milicianos palestinos, murieron ayer en dos bombardeos aéreos israelíes en Gaza, que amenazan la estabilidad en la región tras varios meses de calma. La ola de violencia, la más grave desde agosto pasado, estalló a media tarde cuando el Ejército israelí lanzó dos cohetes contra un vehículo que circulaba por el barrio de Tal el-Hawa, en el sur de Gaza capital.

En el primer ataque murieron en el acto dos ocupantes del vehículo, mientras que un tercero que había resultado herido de gravedad falleció horas después en el hospital, según el portavoz del servicio de urgencias en la franja, Adham Abu Selmiya.

Un funcionario del Ministerio de Sanidad en Gaza confirmó que entre las víctimas del ataque se encontraba Zuhair Al-Qaisi, jefe de los Comités Populares de Resistencia, un grupo armado formado durante la Intifada de Al Aqsa (en septiembre de 2000) por integrantes de otras milicias y afín al gobierno del movimiento islamista Hamas en la franja.

La segunda víctima mortal fue identificada como Mahmud Hanani, miliciano de la ciudad cisjordana de Nablus y exiliado en Gaza tras ser liberado por Israel en un canje de prisioneros.

Las fuentes consultadas no se pusieron de acuerdo sobre si Hanani formaba parte del grupo de presos palestinos liberados en octubre en el intercambio por el soldado israelí Guilad Shalit, o en otro canje hace varios años. La tercera víctima mortal del primer ataque no había sido identificada.

Testigos presenciales relataron por su parte que el coche en el que iban los tres milicianos muertos recibió dos impactos disparados desde un avión israelí, que dejó el vehículo totalmente destruido.

El Ejército israelí confirmó que el blanco del bombardeo fue el secretario general de los Comités y alegó que éste preparaba un atentado importante en la frontera entre Gaza e Israel, similar al que en agosto costó la vida a ocho israelíes en la frontera con Egipto.

Ese atentado fue atribuido por Israel a los Comités Populares y la represalia desencadenó una espiral de violencia en y alrededor de Gaza, que costó la vida a una treintena de palestinos y a un noveno israelí.

La muerte de Al-Qaisi se produjo horas después de que milicianos palestinos en Gaza dispararan dos cohetes contra el sur del territorio israelí sin causar víctimas, por lo que algunos medios locales atribuyeron en un principio el bombardeo al lanzamiento de los proyectiles, argumento desmentido por portavoces militares.

En un comunicado los Comités aseguraron que la respuesta a la muerte de su secretario general hará "temblar la tierra", y el jefe de su brazo armado, Abu Ataya, aseguró haber ordenado a todos sus hombres que respondan al ataque.