El presidente de Armenia, Serzh Sargsyan, defendió hoy en Bruselas su compromiso con la amplia agenda de reformas emprendida en su país, así como con los "valores comunes" que comparte con la Unión Europea (UE), para seguir avanzando en sus relaciones.

"Queremos seguir implementando profundas reformas en nuestro país", destacó Sargsyan tras reunirse con los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

El líder armenio valoró especialmente el reciente inicio de las negociaciones para crear un área de libre comercio entre su país y la UE, lo cual, en su opinión, ha marcado un "hito" en sus relaciones y les aportará desarrollo y beneficios mutuos.

Resaltó los "valores compartidos que vienen de vínculos históricos y lingüísticos" entre Armenia y la Unión y subrayó especialmente que coinciden en el respeto por los derechos humanos, las libertades fundamentales y el estado de derecho.

Barroso mostró su satisfacción por los esfuerzos de Armenia para "cumplir nuestras recomendaciones clave" y dijo que el acuerdo comercial creará "lazos más fuertes" y un entorno empresarial más "estable, transparente y predecible", de cara a estimular las inversiones, el crecimiento y el empleo.

Tanto el presidente de la CE como Van Rompuy hicieron hincapié ante el líder armenio en que las próximas elecciones parlamentarias en el país transcurran según los estándares internacionales y democráticos, algo con lo que también se comprometió Sargsyan.

Asimismo, el presidente del Consejo Europeo valoró positivamente la apertura de negociaciones para lograr un acuerdo de readmisión y facilitación de visados, un "primer paso" hacia la liberalización de visas entre ambas partes.

Respecto al conflicto de Nagorno Karabaj, que enfrenta a Azerbaiyán y Armenia desde la década de los 80, Sargsyan aseguró que las partes implicadas están "comprometidas" con las negociaciones.

"La gente de Nagorno Karabaj es parte de Europa y forma parte del mismo sistema de valores", manifestó.

Barroso dejó claro, por su parte, que "la paz y la estabilidad regional también son necesarias para avanzar en nuestras metas comunes" y reafirmó "la urgente necesidad de resolver" ese conflicto.

"La UE quiere ver avances en el acuerdo del conflicto de Nagorno Karabaj, que sigue siendo una prioridad en la política exterior europea. Los progresos son crucialmente importantes", apuntó Van Rompuy.

Tras una cruenta guerra de casi cuatro años (1991-1994) y más de 25.000 muertos, Azerbaiyán y Armenia firmaron un alto el fuego, pero las permanentes escaramuzas fronterizas y casi un tercio del territorio azerbaiyano ocupado no prometen una pronta solución.

Azerbaiyán exige la retirada de las tropas armenias y su sustitución por fuerzas de pacificación, para conceder una amplia autonomía a Nagorno Karabaj, en tanto que Armenia defiende el derecho a la autodeterminación del territorio y vincula su estatus a la celebración de un referéndum.