Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea aprobaron ayer congelar los activos del Banco Central sirio, prohibieron comerciar en oro u otros metales preciosos y los vuelos de carga de aerolíneas sirias. Además, acordaron un gesto de acercamiento con la oposición, a la que, sin embargo, pidieron más unidad.

Dentro del nuevo paquete de sanciones decidieron prohibir la entrada en la Unión Europea a otros siete dirigentes del régimen. Sin contar esta última ronda, las sanciones europeas afectan en la actualidad a unos 108 dirigentes del régimen, incluidos el presidente, Bashar al Assad, y su hermano Maher, identificado como el principal responsable de la represión contra la población civil en Siria, y un total de 38 empresas y sociedades tras esta nueva ronda de sanciones.

Al mismo tiempo, reclamaron al régimen sirio el cese "inmediato" de la violencia y que garantice "acceso humanitario sin obstáculos" de la ayuda, de asistencia médica y del personal humanitario sobre el terreno, tal y como le reclamaron más de 60 países y delegaciones de la comunidad internacional en la primera reunión del Grupo de los Amigos de Siria, celebrada en Túnez este pasado viernes.

"La UE condena firmemente los ataques ilegales contra el personal médico y las instalaciones que llevan símbolos de la Media Luna Roja", aseveraron los Veintisiete, que también condenaron los últimos ataques "brutales" del régimen contra la población de Homs y la muerte de "los civiles inermes, incluidos tres periodistas" durante la semana pasada.

Entre tanto, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU considerará hoy un nuevo texto de condena a Siria por "las sistemáticas violaciones de los derechos humanos" en una resolución que también urgirá a Damasco a autorizar la entrada de ayuda humanitaria.

Por otro lado, mientras la mayoría de los países han decidido mantener abiertas sus embajadas en Siria, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, aseveró que el Gobierno sopesa cerrar la embajada de España "como signo de protesta por la escalada de violencia".

A su vez, argumentó que está haciendo "absolutamente todo lo que puede" para evacuar al periodista español Javier Espinosa que permanece en Homs, porque "preocupa" su seguridad.