Al menos 20 personas murieron ayer, entre ellas dos mujeres, en una nueva jornada de violencia en diferentes provincias sirias, principalmente en Idleb (norte) y Homs (centro), según dijeron los grupos opositores y fuentes oficiales.

Los Comités de Coordinación Local (CCL), que realizan un seguimiento puntual de las víctimas en el conflicto sirio a través de una red de informadores sobre el terreno, han indicado que nueve personas perdieron la vida en Homs, donde se han intensificado de nuevo los bombardeos del Ejército que comenzaron hace dos semanas.

Los CCL agregaron que las fuerzas leales al régimen de Bachar al Asad lanzan más de cuatro proyectiles por minuto sobre esta castigada ciudad.

Otras nueve personas han muerto en Idleb, junto a la frontera con Turquía, entre ellas el fiscal general de la ciudad Nidal Ghazal, un juez y su chófer, que fueron asesinados por desconocidos que abrieron fuego contra su coche cuando se dirigían al trabajo.

Según la agencia oficial siria Sana, los autores del crimen fueron un "grupo terrorista armado". Las demás víctimas mortales se registraron en las provincias de Deir al Zur (noreste) y Deraa (sur).

Los opositores denunciaron también que se han visto convoyes militares en la carretera entre Damasco y Homs, vigilada por helicópteros, en una caravana con 25 autobuses llenos de efectivos de las fuerzas de seguridad y de militares, seguidos por tanques y carros blindados.

Asimismo, el Ejército también ha instalado puestos de control en torno a barrios de la periferia de Damasco que hasta el momento habían permanecido al margen, como Sahnaya, Jdaidet Artuz o Qetana, y se prohíbe a los vehículos de esos lugares acceder a la capital, según los CCL.

Los opositores señalan también que las fuerzas de seguridad abrieron fuego junto a un hospital en el suburbio damasceno de Barze contra jóvenes que se habían acercado al centro sanitario para reclamar el cadáver de un compañero.

Estos altercados en la capital y sus alrededores coinciden con un día de desobediencia civil convocado por los movimientos revolucionarios para denunciar el ataque, el sábado, sobre una multitudinaria manifestación contra Al Asad en el acomodado barrio de Mezze, donde están varias sedes de legaciones diplomáticas occidentales.

Por otro lado, el fiscal general de Idleb, Nidal Ghazal, fue asesinado ayer por un "grupo terrorista armado" que abrió fuego contra su coche cuando se dirigía al trabajo, informó la agencia de noticias oficial siria, Sana. La agencia precisó que Ghazal murió junto al juez Mohamed Ziyadeh y el conductor del vehículo en el que se trasladaban.