El Congreso de EE.UU. aprobó hoy una prórroga de diez meses a los recortes de impuestos a la nómina para 160 millones de estadounidenses y de subsidios de desempleo, hasta fin de 2012, en medio de disputas sobre cómo reducir el déficit.

La Cámara de Representantes aprobó la medida bipartidista con 293 votos a favor y 132 en contra, y el Senado, donde afrontaba una mayor resistencia de los republicanos, la votación arrojó el resultado de 60-36.

La medida pasa ahora al despacho del presidente Barack Obama, que ha prometido promulgarla lo antes posible. Obama apuesta por la creación de empleos, la recuperación económica y la defensa de la clase media como arma para su reelección en noviembre próximo.

Sin esta prórroga, los impuestos sobre la nómina hubiesen regresado a su nivel del 6,2% a partir del 1 de marzo, dos puntos porcentuales más que en la actualidad.

La iniciativa prevé una extensión de los recortes de impuestos a la nómina en dos puntos porcentuales y los subsidios de desempleo, entre otros aspectos. Para el bolsillo de una familia media, esto se traduce unos mil dólares adicionales más al año.

La medida garantiza hasta 99 semanas de beneficios de desempleo, dependiendo del estado pero, a largo plazo, reducirá paulatinamente el número máximo de semanas de beneficios de desempleo.

La aprobación final estuvo precedida de intensas negociaciones entre republicanos y demócratas.

En parte la controversia estuvo generada por que la medida añadirá alrededor de 100.000 millones de dólares al déficit en los próximos diez años, que en la actualidad se sitúa en un billón de dólares, y no había consenso sobre cómo financiarla.

La líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, defendió el alcance de la iniciativa para proteger a la clase media pero señaló que para reducir el déficit lo justo, en su opinión, sería aumentar los impuestos a los más ricos, a los que ganan más de un millón de dólares al año.

"Eso no está en este proyecto de ley pero será parte del debate que continuaremos" en el Congreso, agregó.

En pleno año electoral, muchos republicanos temían que apoyar esta iniciativa los dejaría vulnerables a ataques de los activistas del movimiento ultraconservador del "Tea Party" que, en aras de la austeridad fiscal, exigen recortes al gasto público.

Los congresistas ya habían aprobado una prórroga de dos meses en diciembre pasado, en parte para evitar el costo político de una subida de impuestos para la clase media.

El Congreso de EEUU retomará esta batalla a finales de año, cuando tenga que pronunciarse sobre otra prórroga de la medida, otro aumento del techo de la deuda, y mayores recortes al gasto fiscal, entre otras medidas de alto voltaje político.