El Gobierno griego continúa hoy los esfuerzos para ultimar el acuerdo con la troika (CE/FMI/BCE) y obtener el rescate que evite la quiebra del país en marzo, en medio del creciente escepticismo sobre la voluntad política de Atenas de llevar a cabo las draconianas medidas de ajuste.

Entre otros, se espera que hoy el líder del partido conservador Nueva Democracia (ND), Antonis Samarás, integrante de la coalición de Gobierno del tecnócrata Lukás Papadimos, firme una carta en la que garantiza su compromiso a implementar, más allá de las próximas elecciones legislativas, las medidas de austeridad aprobadas el lunes por el Parlamento heleno.

Yorgos Papandréu, el líder del otro gran partido tradicional del país, el socialista Pasok, ha firmado anoche su misiva, dirigida a la "troika", según dijo una fuente gubernamental.

La falta de esas cartas exigidas por los acreedores externos de Grecia fue una de las razones por las que se desconvocó ayer la reunión de los ministros de Finanzas del Eurogrupo que estaba prevista para hoy en Bruselas.

En su lugar, se espera hoy que los ministros evalúen las cuestiones pendientes del crucial acuerdo en una teleconferencia a las 16.00 GMT.

Uno de los puntos centrales serán los últimos 325 millones de los planes de recorte requeridos por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) por valor de unos 3.300 millones de euros, que están siendo negociados entre el gobierno y los representantes de la CE, el BCE y el FMI.

La troika había exigido que ese dinero se obtenga con un recorte de las pensiones, pero varios políticos, especialmente Samarás, rechazaron ese plan, y se comprometieron a buscar una forma alternativa de ahorrar dicha suma.

A las 10.00 GMT, el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, será recibido por el presidente de la República, Károlos Papulias, para que le informe del progreso de las negociaciones.