El régimen de Bachar al Asad acusó a países árabes y occidentales, sin nombrarlos, de apoyar a los autores del doble atentado de ayer en Alepo, la segunda ciudad de Siria, en el que murieron 28 personas, informó hoy la agencia de noticias oficial siria, Sana.

La agencia publica una carta del Ministerio sirio de Exteriores dirigida a la Secretaría General y al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica, en la que denuncia que el ataque ocurrió "en el marco de una campaña injusta" contra Siria.

Según el Ministerio, esa campaña está apoyada y financiada por algunos países de la región, y es alentada por medios de comunicación, que respaldan a grupos terroristas que matan "a civiles inocentes".

Agregó que el ataque fue ejecutado por "partes apoyadas por países árabes y occidentales" con el objetivo de socavar la seguridad de Siria y de sus ciudadanos.

El Ministerio subrayó que algunos estados de la región "lideran una campaña de movilización regional e internacional contra Siria con argumentos humanitarios, mientras abrigan a grupos terroristas armados que adoptan el asesinato como forma de lograr sus metas destructivas".

Por ese motivo, el Gobierno sirio hizo un llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU para que asuma sus responsabilidades en la lucha antiterrorista y en la aplicación de resoluciones a este respecto.

La misiva revela que el doble atentado fue perpetrado con dos coches-bombas que tuvieron como objetivo sendos edificios de las fuerzas de seguridad -uno de la Inteligencia de la Policía Militar y otro de los antidisturbios-, situados en zonas residenciales, cerca de un parque de niños.

Mientras que las autoridades acusan a "grupos armados terroristas", el Ejército Libre Sirio (ELS), integrado por soldados desertores, denunció ayer que fue el propio régimen el autor de las explosiones, aunque asumió su responsabilidad en un asalto previo con armas ligeras a las dos sedes de seguridad atacadas.