Millones de personas se enfrentan a la amenaza del hambre en Sudán del Sur si no se actúa con urgencia, según un informe conjunto publicado hoy por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

El informe indica que el nivel de inseguridad alimentaria ha sufrido una brusca subida.

El número de personas en situación de inseguridad alimentaria pasó de 3,3 millones en 2011 a 4,7 millones en 2012, de los cuales cerca de un millón de forma grave, en comparación con las 900.000 personas en 2011, asegura.

Si continúa la situación de conflicto y el desplazamiento de la población y los precios siguen subiendo -agrega-, el número de personas afectadas por esa situación podría duplicarse.

"Las malas cosechas, el aumento de la demanda, el rápido incremento de los precios, los conflictos, los desplazamientos de la población y el alto número de retornados figuran entre los motivos de la situación, agravada por una producción de cereales deficitaria, afectando a comunidades que están ya muy necesitadas", refiere.

"Se trata de una crisis que se avecina con rapidez y que el mundo no puede permitirse ignorar", aseguró el director del PMA en Sudán del Sur, Chris Nikoi.

"La situación es desesperada, y estamos tratando de hacer todo lo posible para estar preparados, pero ya no hay tiempo", añadió.

Las escasas lluvias al comienzo de la estación agrícola han sido el principal culpable de la disminución de las cosechas, con un conflicto en curso que agrava el problema, al interrumpir las actividades agrícolas habituales, señala el informe.

Explica también que el limitado suministro de alimentos resultante coincide con un momento de un importante aumento de la demanda por el flujo de sudaneses que regresan a sus tierras desde el Norte y los desplazados desde las zonas de conflicto.

En circunstancias normales, unos mercados que funcionasen correctamente habrían soportado la combinación de suministro insuficiente de alimentos y el aumento de la demanda.

Sin embargo, según el informe, el cierre de los pasos fronterizos entre el nuevo país y Sudán han paralizado el suministro habitual de alimentos básicos hacia los mercados de Sudán del Sur.