Sin un líder claro. Así es como se presentan los republicanos en unas elecciones primarias que han dado un vuelco con la victoria de ayer en el estado de Carolina del Sur de Newt Gingrich. El expresidente de la Cámara de Representantes ha obtenido el 40,4% de los votos y se ha impuesto, contra todo pronóstico, a los dos principales favoritos: el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney y el exsenador por Pennsylvania Rick Santorum.

Finalmente se ha consumado la sorpresa. El expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich se ha proclamado vencedor este domingo de las elecciones primarias republicanas en el estado de Carolina del Sur al recabar el 40,4% de los votos.

Contra todo pronóstico, Gingrich ha relegado a los dos principales favoritos, el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney y el exsenador por Pennsylvania Rick Santorum, al segundo y tercer lugar con el 27,9% y el 17% de los votos, respectivamente, según han recogido las principales cadenas norteamericanas.

Gingrich ha recibido un total de 242.417 votos, 75.000 más que Romney y mucho más del doble que Santorum. El congresista por Texas, Ron Paul, ha obtenido el trece por ciento de los votos, quedando en cuarto lugar.

El exempresario salpicado por una serie de escándalos sexuales, Herman Cain, que aseguró que concurriría a las primarias con una "candidatura poco convencional", ha recibido el 1,1% de los votos. A siete décimas se ha situado el gobernador de Texas, Rick Perry. Le ha seguido el exembajador estadounidense en China Jon Huntsman con el 0,2% de las papeletas y, finalmente, en último lugar, la representante del movimiento ultraconservador Tea Party y congresista por Minnesota Michelle Bachmann con el 0,1%. No obstante, Bachmann se retiró de la carrera electoral tras su derrota en el caucus de Iowa. Sobre el mapa, la victoria de Gingrich ha sido aplastante, puesto que solo ha cedido ante Romney en tres de los 46 condados de los que se compone el estado de Carolina del Sur.

Victoria para cada uno

De esta forma, los tres principales candidatos republicanos a encabezar el partido de cara a las presidenciales de noviembre han ganado una cita con las urnas cada uno: Santorum en Iowa, tal y como se confirmó el sábado; Romney en New Hampshire y Gingrich en Carolina del Sur.

Uno de los principales derrotados ha sido Santorum, cuyas expectativas no dejaban de ser alagüeñas en un estado cuya población mayoritariamente se declara cristiana evangelista, la corriente religiosa que profesa el exsenador de Pennsylvania, y, máxime, tras recibir el apoyo explícito del más importante de los "lobbies" evangelistas. Así pues, el equipo de Santorum ha emitido un comunicado en el que subrayan que "no se retirará de la carrera" hacia la Casa Blanca.

En unas declaraciones realizadas a la CNN, Santorum ha alegado que Gingrich estaba en una mejor posición para ganar el caucus en Carolina del Sur y se ha justificado al aducir que su campaña no estaba "en posición de hacer mucho sobre el terreno" en este estado. "No puedo estar contento con cómo han ido las cosas", ha añadido. Sin embargo, el exsenador por Pennsylvania ha enfatizado que "esta va a ser una larga campaña de primarias", ya que "todavía quedan muchas cosas por hacer".

Los sondeos a pie de urna muestran que Romney no es el candidato invencible que parecía ser, ha afirmado Santorum, que ha calificado la victoria de Gingrich de "una patada en el culo", según ha informado el diario The Hill.

Por su parte, el vencedor del caucus de Carolina del Sur ha hecho bandera de su enérgica campaña electoral y ha ensalzado el hecho de que, en esta ocasión, la política haya vencido a la logística, en alusión a la mayor cantidad de donaciones de las que ha dispuesto Romney.