Al menos 17 personas murieron ayer en Siria, siete de ellas en la castigada provincia de Homs (centro), por disparos de las fuerzas del régimen en operaciones de represión, informó el grupo opositor Comités de Coordinación Local (CCL).

En un comunicado, la fuente aseguró que seis de los fallecidos se registraron en Idleb (noroeste), de los cuales al menos tres perdieron la vida en la localidad de Maardabseh cuando agentes de las fuerzas de seguridad abrieron fuego de manera indiscriminada sobre un grupo de manifestantes.

Mientras, las otras cuatro víctimas mortales se produjeron en la ciudad de Harasta, situada en la provincia central de Rif Damasco, a causa de las heridas sufridas el viernes en una manifestación.

Los CCL agregaron que mientras se celebraba ayer el funeral de seis personas que murieron en las últimas 24 horas en Harasta, las fuerzas de seguridad y los grupos de "shabiha" (matones del régimen), apoyados por el ejército, cercaron dicha ciudad.