Las primarias republicanas de Iowa han reducido a seis los aspirantes a la candidatura presidencial de EEUU al retirarse hoy Michele Bachmann, entre los que aún no se vislumbra quién será el rival del presidente y candidato demócrata, Barack Obama.

Por sólo ocho votos de diferencia, el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney, que ya intentó hacerse con la candidatura en 2008 y que perdió ante el senador John McCain, venció al exsenador Rick Santorum, católico y conservador en materia social y fiscal, que ganó posiciones inesperadamente en las últimas semanas entre las bases del Partido Republicano.

Tanto Romney como Santorum, que ya tienen la mira puesta en Nuevo Hampshire para celebrar el 10 de enero las siguientes asambleas populares ("caucus") en las que el primero es favorito para ganar, se felicitaron por los buenos resultados en Iowa.

Pero la que ha sido la contienda más ajustada en la historia de los "caucus" de este estado demuestra que los republicanos no se ponen de acuerdo sobre quién será su próximo líder.

La primera prueba electoral también se cobró su primera víctima, ya que la congresista Michele Bachmann, que quedó en último puesto entre Iowa con un 5 por ciento de los sufragios, anunció hoy su retirada.

Durante su intervención, Bachmann afirmó que seguirá trabajando "para derrotar la agenda de (el presidente Barack) Obama, mantener a nuestro país libre y soberano, y proteger el capitalismo libre".

El congresista Ron Paul quedó en tercer lugar con el 21,4 por ciento de los votos, y el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, quien hasta hace apenas dos semanas se disputaba el primer puesto con Romney, terminó cuarto con poco más del 13 por ciento.

El gobernador de Texas, Rick Perry, otro de los que irrumpió con fuerza en la campaña y que se ha ido desinflando, dijo hoy que, pese a quedar quinto en Iowa con el 10,3 por ciento de los votos, seguirá en la carrera por la candidatura aunque no acudirá a las próximas primarias y viajará ya hacia sCarolina del Sur.

Lo que ha pasado en Iowa deja a Romney con los mismos problemas de 2008, dado que se mantienen las sospechas entre los republicanos sobre la sinceridad de su conservadurismo y su conexión con los votantes, según The Washington Post.

Lo que a Romney le falta de pasión, añade el diario, lo compensa con una organización muy fuerte, fondos y una estrategia cuidada.

Sobre el papel, Romney es el candidato perfecto, tiene experiencia en campañas y un discurso sólido sobre empleo y economía, con el que puede atacar en los dos temas que en medio de una crisis internacional se han convertido en el talón de aquiles del presidente y candidato demócrata a la reelección, Barack Obama.

Santorum, después de una minuciosa campaña en Iowa en la que realizó cientos de actos en persona -alguno de ellos con un solo asistente- durante dos meses en los que visitó los 99 condados del estado, logró el voto de los evangélicos y los más conservadores que desconfían de las políticas más moderadas que adoptó Romney como gobernador.

La cuestión ahora es saber si Romney, que apenas hizo unas semanas de campaña en Iowa, puede expandir el apoyo de sus bases a nivel nacional y si Santorum o cualquier otro candidato pueden lograr una financiación como la de la campaña del exgobernador y la organización para derrotarlo.

Los buenos resultados que ha obtenido Santorum podrían obligar a Romney a comprometerse con temas espinosos en materia social.

Esta misma semana, durante una entrevista, se comprometió a vetar el "Dream Act", la ley para la legalización de estudiantes indocumentados, si llega a la Casa Blanca y el Congreso la aprueba.

Los vientos soplarían a favor de Romney si, tal y como adelantan algunos medios estadounidenses, el senador John McCain, quien le arrebató la candidatura republicana en 2008, le diera su respaldo.

Para algunos republicanos Romney no es el candidato perfecto pero sí el más presidenciable, como dijo Tracy Waters, una votante que acudió a un acto de Santorum un día antes de que se celebraran los caucus.

"No soy una gran fan de Romney, no es lo bastante conservador, pero él probablemente puede ayudar a resolver las diferencias dentro del partido", declaró Waters.