El Gobierno de China condenó hoy las nuevas sanciones aprobadas por Estados Unidos a entidades que realicen negocios con el Banco Central de la República Islámica de Irán e indicó que Pekín se opone a "leyes nacionales que quieran situarse por encima de la ley internacional".

"Las sanciones no son el enfoque correcto para relajar las tensiones y resolver la cuestión nuclear iraní. La salida adecuada es el diálogo y la negociación", estimó en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hong Lei.

"China se opone siempre a que una ley nacional quiera superponerse a la internacional e imponga sanciones unilaterales a otros países", añadió la fuente oficial de la Cancillería, que en ocasiones anteriores se expresó en similares términos, como en el caso del embargo de EEUU sobre Cuba.

Hong destacó que China "mantiene una cooperación económica y energética regular y transparente con Irán, que no viola las relaciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", por lo que no cree que el país deba verse afectado por las sanciones estadounidenses.

El presidente estadounidense, Barack Obama, firmó el 1 de enero una ley que impone sanciones a instituciones financieras que tengan negocios con el banco central iraní, si bien la ley contempla algunas exenciones, para evitar sobre todo que el sector energético mundial se vea muy afectado, ya que la entidad estatal de Irán gestiona el comercio exterior de las exportaciones de crudo.

Irán ha sido durante los últimos años uno de los principales exportadores de petróleo a China, si bien en los últimos meses han aumentado las compras en otros mercados como Rusia, Irak o el oeste de África, debido al aumento de las tensiones entre Teherán y Occidente.

El régimen iraní ha amenazado con bloquear el estrecho de Ormuz, vital para el abastecimiento mundial de petróleo, si Estados Unidos y sus aliados continúan adelante con sus sanciones en represalia por su desarrollo nuclear.