El Pentágono respondió ayer a las amenazas de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz al asegurar que no detendrá el avance de su portaaviones por el estratégico paso, mientras la Casa Blanca subrayó que la reacción de Teherán es muestra de su debilidad.

El portavoz del Pentágono, George Little, aseguró ayer que el portaaviones estadounidense John C. Stennis y su grupo de batalla seguirán su rumbo desde el Golfo de Omán al Golfo Pérsico a través del estrecho de Ormuz, aguas compartidas por Irán y Omán.

Little señaló en un comunicado en Washington que el tránsito por ese paso de mar es necesario para el suministro de las misiones estadounidenses en la región.

El jefe de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Ataolah Salehí, aconsejó ayer que la nave estadounidense no retorne al golfo Pérsico, al tiempo que opinó que los enemigos de Irán han entendido el mensaje que han intentado transmitir con las recientes maniobras navales que Teherán llevó a cabo estos días en la zona.

El Pentágono añadió que "los movimientos de los portaaviones en el Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz -vía estratégica para el transporte marítimo del petróleo- responden a un compromiso militar estadounidense de larga data".

"Nuestros tránsitos por el estrecho de Ormuz se hacen conforme al derecho internacional, que garantiza el derecho de paso a nuestras naves", sostuvo Little.

En la misma línea, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, subrayó que Washington defiende "la libertad de navegación en los estrechos" y su derecho a mover sus embarcaciones. "No estamos buscando un enfrentamiento, pero nos aseguraremos de que se respeta la libertad de navegación", aseveró.

Por su parte, la Casa Blanca dijo que las advertencias de Teherán "reflejan el hecho de que Irán se encuentra en una posición de debilidad" y son "una confirmación de que se enfrenta a una presión creciente" por no cumplir sus obligaciones con la comunidad internacional.

El régimen iraní ha amenazado con bloquear el estrecho de Ormuz, vital para el abastecimiento mundial de petróleo, si EEUU y sus aliados continúan adelante con sus sanciones en represalia por su desarrollo nuclear.

"Irán está aislado y está intentando desviar la atención de su comportamiento y problemas domésticos", valoró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.