El tribunal iraní que juzga al estadounidense de origen iraní Amir Mirzaei Hekmati, el supuesto espía que confesó que trabajaba para la CIA, ha dado por finalizado el juicio y lo ha dejado visto para sentencia, según una fuente de justicia citada este lunes por la agencia estatal de noticias Mehr.

Las autoridades iraníes alegan que Amir Mirzaei Hekmati entró en el país para infiltrarse en su servicio de Inteligencia y así acusar a Irán de estar involucrado en actividades terroristas. Las fuerzas de seguridad detuvieron al supuesto espía a mediados de diciembre.

Según los medios iraníes, Hekmati reconoció el pasado martes ante el juez que trabajó para la CIA y que le iban a pagar por suministrar información del Ministerio de Inteligencia iraní. También afirmó haberse sentido engañado y que no tenía intención de regresar a Estados Unidos.

Hekmati, de origen iraní, podría enfrentarse a la condena de pena de muerte si es declarado culpable por cooperar con un gobierno hostil y espiar para la CIA. El Ministerio de Inteligencia aseguró que el supuesto espía recibió entrenamiento en las bases norteamericanas que Estados Unidos tiene en Afganistán e Irak.

Este juicio se produce en un momento tenso de las relaciones entre Washington y Teherán. Las autoridades estadounidenses pretenden endurecer las sanciones contra Irán por su programa nuclear, mientras las autoridades iraníes amenazan con cerrar el estrecho de Ormuz, por donde pasa gran parte del petróleo utilizado en Occidente.

La semana pasada, el portavoz del departamento de Estado, Mark Toner, instó a Teherán a liberar inmediatamente a Hekmati. El portavoz explicó que las autoridades suizas, que representan los intereses norteamericanos en Irán, habían pedido poder tener acceso al detenido el pasado 24 de diciembre, pero que las autoridades iraníes lo rechazaron. Washington no tiene representación diplomática en Irán desde que las fuerzas de seguridad iraníes asaltaron la Embajada nortemaericana en Irán en 1979.

"La petición de América de devolver al acusado supone una enorme imprudencia y debería ser juzgado según las leyes del país", declaró el portavoz del Ministerio de Justicia iraní, Gholamhossein Mohseni Ejei.

Irán anunció en mayo que había arrestado a 30 personas por espiar para Estados Unidos, y posteriormente explicó que quince de estos supuestos espías serían juzgados por trabajar para Washington e Israel.