Amanece un día más en Pyongyang y poco a poco las lágrimas de sus ciudadanos van desapareciendo dando la bienvenida al nuevo líder, Kim Jong Un, que será defendido "hasta la muerte" por sus soldados. Mientras tanto, Corea del Sur, que técnicamente sigue en guerra con su vecino, ha advertido de que responderán a las provocaciones.

Lee Myung Bak, presidente de Corea del Sur, ha expresado en su discurso de Año Nuevo que, tras la muerte de Kim Jong Il, las relaciones entre las dos Coreas pueden mejorar. Con este objetivo ha explicado que Seúl "ha dejado abierta la ventana de la oportunidad", pero que únicamente se abrirá una nueva en el ámbito bilateral "si Corea del Norte muestra una actitud sincera".

No obstante, Lee ha destacado que "en estos momentos, el objetivo más importante es la paz y la estabilidad en la península coreana", por lo que ha advertido de que su país responderá "con firmeza" a cualquier "provocación" de Pyongyang.

En este sentido, el presidente ha ordenado a las Fuerzas Armadas surcoreanas que estén alerta. "En la medida en que persista la posibilidad de una provocación de Corea del Norte, mantendremos una hermética posición defensiva", ha explicado.

Por otro lado, ha confiado en que este año marcará el "punto de inflexión" para la desnuclearización del régimen comunista, aunque ha insistido en que la conversación a seis bandas sobre esta cuestión solamente se reanudarán si Pyongyang cesa sus actividades.

PYONGYANG EXIGE LA RETIRADA DEL EJÉRCITO ESTADOUNIDENSE

Por su parte, el pasado domingo el régimen de Corea del Norte ha instado a los soldados a "defender hasta la muerte" al nuevo máximo dirigente del país, Kim Jong Un, como si fuesen "fusiles y bombas humanas", y se ha comprometido a mantener las políticas de su padre y predecesor en el cargo.

Asimismo, Pyongyang también ha exigido la retirada de los militares estadounidenses desplegados en el territorio vecino y ha destacado la necesidad de consolidar las capacidades de defensa del país de cualquier manera posible. "Todo el Ejército debe poner toda su confianza en Kim Jong Un y convertirse en fusiles y bombas humanas para defenderle hasta la muerte", han dicho los tres periódicos más importantes de Corea del Norte en un editorial de Año Nuevo por la Agencia Central Coreana de Noticias.

Precisamente, Pyongyang ha asegurado que mantendrá las políticas de su nuevo líder para intentar convertir Corea del Norte en un país socialista y próspero. "Es la firme decisión de nuestro partido no hacer ni la más mínima vacilación o concesión en la aplicación de las instrucciones y políticas que estableció durante su vida. No permitirá ningún cambio en este proceso", recalca el editorial.

EL NUEVO LÍDER PASA REVISTA POR PRIMERA VEZ A SU EJÉRCITO

Kim Jong Un, aprovechó el primer día del año para pasar revista por primera vez al Ejército del país, visitando una división de tanques tan solo un día después de ser nombrado comandante supremo militar, según ha informado la agencia oficial KCNA y recogen los medios chinos.

Durante su visita, Kim Jong Un, que tras el fallecimiento de su padre Kim Jong Il el pasado 17 de diciembre ha sido designado comandante supremo del Ejército y líder supremo del Partido de los Trabajadores de Corea, ha resaltado que la unidad de tanques fue la que más visitaron tanto su padre como su abuelo y fundador del país, Kim Il Sung.

En este sentido, según recogen los medios, confió en que esta división de tanques se convierta en la unidad más poderosa del Ejército norcoreano, que refuerce su entrenamiento y que esté dispuesta a combatir en cualquier momento.

Así mismo, Kim Jong Un ha recibido este lunes las "cordiales felicitaciones" por parte del presidente de Siria, Bashar al Assad, quién le ha recordado la "estrecha amistad" entre los dos países, según la agencia de noticias KCNA.

Por último, la tensión entre las dos Coreas llegó a su punto álgido en 2010, después de que Pyongyang atacara un buque y una isla surcoreanos, acabando con la vida de 50 personas. Por su parte, Seúl ha exigido una disculpa a su vecino, que niega su responsabilidad en el primer ataque y argumenta frente al segundo que respondió a una provocación.

Si bien, tras la muerte de Kim Jong Il, se ha producido una nueva escalada de tensión, ya que Corea del Norte ha advertido de que no habrá cambios en su política hacia el Sur, mucho menos bajo el Gobierno de Lee.