La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó hoy que Brasil consiguió transformar la crisis económica global en una oportunidad para crecer y que eso le permitió entrar en una "era de prosperidad".

"Con planificación y políticas acertadas estamos consiguiendo proteger nuestra economía, nuestros sectores productivos y, especialmente, el empleo de los brasileños. Estamos transformando un momento de crisis en un momento de oportunidad y entrando en una nueva era, una era de prosperidad", dijo la mandataria en su programa semanal de radio.

La gobernante destacó que en 2011, un año en el que casi todos los países perdieron empleos, Brasil generó más de 2 millones de nuevos puestos formales de trabajo y registró un crecimiento económico con la inflación bajo control.

"En el año en el que las grandes potencias mundiales registraron crecimiento negativo o nulo, nosotros tuvimos un buen crecimiento debido a que se produjo junto con inflación baja, intereses decrecientes, aumento de empleo, distribución de renta y disminución de desigualdades", señaló.

Pese a que se enfrentó a algunos efectos de la crisis como la reducción de la demanda externa, el producto interior bruto (PIB) de Brasil creció en 2011 cerca del 3 por ciento, según las últimas previsiones.

El crecimiento del año pasado, sin embargo, se ubicó lejos de la expansión del 7,5 por ciento de 2010 y obedeció principalmente al desempeño del primer semestre debido a que la economía registró un estancamiento a partir de julio.

Rousseff añadió que mientras que en 2011 Brasil afrontó una gran prueba, en 2012 podrá consolidar su modelo de crecimiento, basado en el incentivo del mercado interno mediante la reducción de impuestos, el incremento del crédito y el aumento de la renta.

"Este año comienza con menos tributos para las más de 5 millones de pequeñas empresas y para los pequeños emprendedores individuales, que tendrán crédito más fácil y más barato", aseguró.

La gobernante dijo que en 2012 todos los brasileños tendrán facilidades para adquirir su casa propia gracias a que, hasta 2014, los bancos estatales invertirán 125.000 millones de reales (unos 69.444 millones de dólares) en programas de crédito barato para vivienda.

Agregó que para impulsar el consumo y garantizar el crecimiento de la economía, el Gobierno también redujo impuestos sobre algunos electrodomésticos y sobre camiones, furgonetas y máquinas agrícolas.

"Con menos impuestos y más crédito la economía brasileña crecerá más", aseguró.