La Marina de guerra iraní llevará a cabo hoy un simulacro de bloqueo del estrecho de Ormuz dentro de las maniobras navales "Velayat 90", anunció el almirante Mahmoud Musavi.

En declaraciones divulgadas por la agencia oficial de noticias iraní, IRNA, el mando militar explicó que "según este ensayo táctico el trafico de cualquier tipo de embarcación por el Estrecho Ormuz será imposible" en el supuesto de que así lo disponga la Marina de guerra iraní.

Tras informar del lanzamiento con éxito de un misil de alcance intermedio tierra-aire antiradar, los mandos militares iraníes destacaron también el resultado positivo en el ejercicio con un torpedo eléctrico.

El Coordinador Adjunto de la Armada iraní, almirante Amir Rastegari, en declaraciones a IRNA, señaló que el prototipo ha sido diseñado por jóvenes especialistas de la Marina de guerra, centros de investigación y la industria de Defensa iraní.

"Fue probado con éxito en las maniobras navales Velayat 90", y el torpedo después de identificar el objetivo especificado, lo golpeó y el resultado fue completamente exitoso, explicó el citado portavoz castrense.

Por otro lado, Irán anunció también la prueba en un reactor nuclear de la primera barra de combustible con uranio natural fabricada en el país, informó el Departamento de Relaciones Públicas de la Organización de Energía Atómica iraní a la agencia oficial de noticias IRNA.

Tras pasar todas las pruebas, la muestra fue trasladada al corazón del reactor nuclear de investigación científica de Teherán con el fin de estudiarla en condiciones de funcionamiento, según la misma fuente.

La barra de combustible nuclear iraní ha acumulado hasta ahora 1.500 megavatios hora (MWh) y se han saldado con éxito las pruebas que se le han efectuado en diferentes etapas, como las relativas a los neutrones en términos de cantidad de reactividad y a la ausencia de fugas del material nuclear.

Temor internacional

Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, acusa a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de naturaleza clandestina, con aplicaciones bélicas cuyo objetivo sería fabricar armas atómicas, una acusación que Teherán rechaza.

El pulso se enconó en febrero pasado, después de que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, anunciara que su país había comenzado a enriquecer uranio por encima del 20 por ciento.

Meses antes, el régimen iraní había descartado una propuesta de Rusia, Estados Unidos y el Reino Unido para enviar su uranio al 3 por ciento al exterior para que se le devuelva enriquecido al 20 por ciento en cantidad suficiente para mantener su programa nuclear civil.

Ante esta situación, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una nueva ronda de sanciones internacionales contra Irán.